Con Tim Duncan y Kevin Garnett ya en sus últimos años de carrera, la lucha por ocupar el trono de mejor delantero fuerte en la NBA está por verse.

En esta postemporada de NBA que recién inicia, LaMarcus Aldridge, de los Trail Blazers de Portland, ha presentado una fuerte candidatura para ese trono, entrando en debate ante Kevin Love y Blake Griffin. 

Aldridge, de 28 años de edad, destrozó a los Rockets en los primeros dos desafíos de la serie de primera ronda, con 46 puntos y 18 rebotes en el primer partido y  con 43 tantos  y ocho capturas en el segundo encuentro. Portland recibe esta noche a Houston con ventaja de 2-0, y su gesta lo convirtió en el primer jugador que anota 43 puntos o más en dos partidos consecutivos de postemporada desde Tracy McGrady en el 2003. 

Aldridge, tres veces jugador Todo-Estrellas, tiene un promedio 44.5 puntos, 13 rebotes y 2.5 tapones en los primeros dos partidos de la serie ante los Rockets, con un excelente 59.3 por ciento de sus tiros de campo.

Pero esto no es nada nuevo en Aldridge, que promedió 23.2 puntos 11.1 rebotes y 2.6 asistencias por juego en la temporada regular, terminando con los mejores números en su carrera como baloncelista profesional. Su equipo terminó con marca de 54-28, culminando en la quinta posición en la Conferencia del Oeste.

La increíble temporada que ha tenido este año ha dado mucho de qué hablar sobre el espigado jugador de 6’11”, tal vez opacado en comparación a otras superestrellas por jugar en una ciudad de mercado pequeño.

Aldridge dio su salto al profesionalismo en el 2006, cuando fue seleccionado  en el segundo turno en el sorteo de novatos por los Bulls de Chicago y luego fue traspasado a Portland.

En su año como novato promedió 8.9 puntos y 4.9 rebotes por juego en 22 minutos por partido. Pero, en la temporada 2008-09, logró convertirse en uno de los mayores prospectos de la liga en la posición de ala- pívot, cuando subió sus números a 18.1 puntos y 7.5 rebotes por partido en 37 minutos.

Año tras año, Aldridge ha mejorado sus estadísticas, convirtiéndose así en el jugador franquicia de Portland. El ex jugador de la Universidad de Texas es un jugador completo, con altura y gran lanzamiento a corta y larga distancia. Junto al pasado Novato del Año, Damian Lillard, son el seguro de vida de los Blazers.

De la mano de Aldridge y Lillard, Portland mejoró el registro de la pasada campaña, en la cual finalizó con marca de 33-49 y fuera de la postemporada.