Lake Buena Vista, Florida - Fueron rivales por un buen tiempo, Rajon Rondo y LeBron James. Rondo estaba en Boston. James estuvo en Cleveland y Miami. Sus caminos se cruzarían casi todos los años en los playoffs, una suerte que se convirtió en una especie de espina, mutuamente.

James pudo haber tenido diferentes palabras para describir a Rondo entonces.

En estos días, sin embargo, las palabras que James usa cuando habla del armador reserva de los Lakers de Los Angeles incluyen racional y decidido. Y ese enfoque, inteligente y resistente, tiene a Rondo a las puertas de un club más exclusivo.

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Rondo ayudó a los Celtics de Boston a ganar su decimoséptimo campeonato de la NBA. También está a punto de ser parte del título número 17 para los Lakers, algo que podría suceder tan pronto como este viernes por la noche cuando se enfrenten al Heat de Miami en el quinto juego de estas Finales de la NBA. Los Lakers lideran la serie 3-1.

“Gané a los (22) años, y ahora a los 34, es una experiencia completamente diferente, y comprender que esto no ocurre a menudo o anualmente”, dijo Rondo al principio de la serie. “Estar de regreso aquí más de una década después es una experiencia que te llena de humildad”.

Los Celtics y los Lakers han sido durante mucho tiempo las familias reales de la NBA, los líderes en títulos y probablemente la mejor rivalidad de la liga. Muchos jugadores han jugado para ambas franquicias, pero solo uno, el delantero del Salón de la Fama Clyde Lovellette, jugó en ediciones campeoniles de ambos clubes. E incluso eso viene con un pequeño asterisco; Lovellette ganó títulos en 1963 y 1964 con los Celtics, pero su primer anillo llegó en 1954 cuando los Lakers eran entonces de Minneapolis.

Entonces, Rondo podría ser el primero en ganar un título tanto para Boston como para Los Ángeles.

“Soy muy afortunado y bendecido de seguir jugando este juego durante tanto tiempo”, dijo Rondo.

James todavía recuerda los enfrentamientos de playoffs en 2008 y 2010, cuando estaba en Cleveland y Rondo estaba con Boston. Los Celtics tenían más talento que los equipos de los Cavs y ganaron ambos enfrentamientos; la serie de 2010 terminó la primera etapa de James en Cleveland y finalmente lo envió a Miami.

Anticipaba las jugadas

Si bien James notó la disparidad de talento entre los equipos de Boston y Cleveland, también notó esto: Rondo cantaba las jugadas de Cleveland cada vez que estaba en la cancha. Él sabía lo que venía. James se sintió frustrado e impresionado al mismo tiempo por la capacidad de Rondo para predecir el movimiento en tiempo real.

Cuando los Lakers tuvieron la oportunidad de conseguir a Rondo, no dudaron, así que claramente, James estuvo más que bien con la movida. Él ama a los compañeros de equipo inteligentes. Rondo hace mucho más que ajustarse a dicho calificativo.

“Rajon es una gran parte de lo que hacemos”, dijo el dirigente de los Lakers, Frank Vogel. “Tengo una tremenda confianza en sus habilidades, especialmente en esta atmósfera, tan adentro de los playoffs cuando los juegos significan tanto. Ha estado allí antes y confío en él”.

Y con buena razón.

Rondo no es el ‘Todos Estrellas’ que alguna vez fue, pero la dureza no ha desaparecido. Rondo y el alero del Heat Jimmy Butler son amigos y excompañeros de equipo; Rondo no le da importancia a la basura que habla Butler durante un juego, hasta el punto en que a veces ambos se ríen.

“Rondo siempre me dice algo durante el juego”, dijo Butler. “Tengo mucho respeto por el muchacho, mucho amor por el, él y su familia. Obviamente, jugó conmigo en Chicago, así que siempre hay algo de habladuría de parte y parte”.

Sin embargo, para ganar tiempo, Rondo deja que el juego hable.

Considere los últimos seis minutos del cuarto partido de la final. Rondo volvió a entrar a juego con los Lakers arriba 85-83. Ayudó a forzar una pérdida de balón de Miami, consiguió un rebote ofensivo que llevó a dos tiros libres de James, anotó sus únicos puntos de la noche en una bandeja que puso a los Lakers arriba por seis, luego tuvo el pase que preparó la jugada de Anthony Davis: un canasto de tres puntos que selló la suerte restando solo 39.5 segundos.

Nadie en los Lakers lo llama “Playoff Rondo”. No le gusta mucho el apodo, aunque muchos lo usan libremente cuando hablan de él durante la postemporada. Pero demostró por qué el nombre se ha quedado, con otro ejemplo de él saliendo en los momentos más importantes de los juegos más importantes.

“Esta oportunidad no se presenta a menudo”, dijo Rondo. “Los muchachos buscan este momento durante toda su carrera, y definitivamente tenemos que aprovechar el momento”.