Atenas.- Un día después de lesionarse su pantorrilla derecha durante el partido frente a Grecia, Carlos Arroyo recibió noticias mixtas.

No podría jugar hoy ante Alemania, pero al menos la lesión fue tipo 1 y con terapia intensiva podría estar de regreso a cancha en un par de semanas.

“No hubo un desgarre mayor, pero molesta bastante. Ahora mismo no puedo caminar bien y tengo que hacerlo apoyándome en el talón”, dijo Arroyo, quien lideraba a los boricuas en puntos por juego (17.7) y asistencias (4.0) y encabezada el torneo en faltas recibidas (7.3).

“Éstas son cosas que pasan. Hice todo lo que tenía que hacer para estar aquí. Entrené bien. Pero estas lesiones suceden”, agregó antes del inicio del decisivo choque de hoy contra los alemanes.

Ésta es la primera vez que Arroyo sufre esta lesión.

“Le había pasado el balón a Ricky Sánchez y cuando arranqué a correr sentí un halón. Pensé que había sido un calambre. Cuando traté de arrancar otra vez, sentí otra vez el halón. Me di cuenta que no era calambre y me dirigí al banco”, dijo Arroyo, quien se vendó una bolsa de hielo de inmediato y luego partió hacia el hospital.

“Me trataron muy bien, rápido y me explicaron todo paso por paso. Espero recuperarme pronto”, sostuvo el armador.

En torno a la posibilidad de estar con Puerto Rico si el equipo boricua logra el pase a Pekín, Arroyo sostuvo que no abandonará el equipo aún aunque no haya encontrado contrato nuevo en NBA.

“Eso no importa. Yo vine aquí porque quiero estar en las Olimpiadas y representar a mi país”, finiquitó Arroyo.