Los Knicks de Nueva York aseguraron el miércoles su pase a los playoffs de la NBA por primera vez desde 2013 gracias a la derrota de los Celtics de Boston contra los Cavaliers de Cleveland.

Nueva York ha sido una de las sorpresas agradables en la Conferencia del Este en esta temporada. Juegan para 38-31, sextos en la tabla de posiciones. Al equipo de la Gran Manzana puede escalar un o dos puestos más cuando le restan tres encuentros del torneo local.

Están igualados con el Heat de Miami (quintos) y a medio juego de los Hawks de Atlanta por el cuarto lugar. Los Knicks juegan el jueves contra San Antonio y cierra la campaña durante el fin de semana ante Charlotte y Boston.

A Atlanta encuentros contra los alicaídos Orlando y Houston, mientras que Heat, quienes perdieron el alero Víctor Oladipo por una ruptura en el tendón del cuádriceps, termina con compromisos complicados ante Filadelfia, Milwaukee y Detroit.

El éxito de los Knick se debe a la entrada este año del dirigente y estratega defensivo Tom Thibodeau, candidato a Dirigente del Año; el alero Julius Randle, una línea para el premio del Progreso del Año; y el regreso del armador Derrick Rose, en su mejor forma al cumplir una década de haber ganado el galardón del Jugador Más Valioso con los Bulls de Chicago con apenas 22 años.

La última vez que los Knicks jugaron en los playoffs, el veterano Carmelo Anthony, ahora integrante de Portland, era la estrella del conjunto.