Dallas. Con la fiebre que se ha disparado, que muchos consideran exagerada al extremo de que cambió la dinámica del juego, en un futuro inmediato países que fueron de los mejores a nivel mundial pudieran optar por cambiar su filosofía. Y eso puede incluir a Puerto Rico, como opción para subir en el escalafón mundial de la Federación Internacional de Baloncesto (FIBA) para las próximos ciclos olímpicos.

La razón de estos cambios es un efecto a que los tiempos han evolucionado, liderados por la forma de jugar hoy en la NBA, liga que siguen millones de personas en todo el mundo.

En el siglo 20, por ejemplo, el juego físico y de mucho contacto, predominó entre sus integrantes. Antes se veían centros dominantes como el inmortal Kareem Abdul-Jabbar, líder histórico de puntos en los jugadores de esta posición que fuera seis veces Jugador Más Valioso (MVP) durante sus años con los Bucks de Milwaukee y los Lakers de Los Angeles, que le permitieron ganar seis campeonatos.

De igual manera están los demás inmortales Wilt Chamberlain, cuatro veces MVP, y Bill Russell, que jugó toda su carrera con los Celtics de Boston y es el más ganador de campeonatos con 11 sortijas. También en ese grupo de estelares pívots está el hoy analista televisivo Shaquille O’Neal, quien en su carrera de 20 años se considera el más dominante por su físico, que le permitió ganar cuatro finales. Y otro muy recordado es el nigeriano Hakeem Olajuwon, ganador en dos ocasiones con los Rockets de Houston en la década de los noventa, en el dominó de la zona de los tres segundos.

Igual se jugaba y todavía se juega en muchos países del mundo FIBA. Pero actualmente la filosofía de recurrir al triple es el plato principal en la NBA y poco a poco, por lo visto, se verá esa tendencia crecer en el mundo. De hecho, Puerto Rico podría mejorar su suerte a nivel internacional sin la presencia de hombres grandes dominantes como los que tuvo en la era de José ‘Piculín’ Ortiz, Ramón Rivas y Jerome Mincy, entre otros, si consiguiera unir a un grupo de grandes tiradores a distancia.

Y vale destacar que en la NBA no solo tiran desde detrás del arco los jugadores perimetrales. Lanzar a distancia es un recurso que también utilizan los hombres grandes. Entre los que son considerados los 10 mejores pívots de la temporada en curso, alguno de los que utilizan consistentemente el tiro de tres son el serbio Nikola Jokic, de los Nuggets de Denver; Joel Embid, de los Sixers de Filadelfia; el dominicano Karl Anthony Towns, que juega para Minnesota; y Nikola Vucevic, natural de Montenegro, quien viste la camiseta de los Bulls de Chicago.

Jason Kidd, dirigente de los Mavericks de Dallas, ha tenido que utilizar con más regularidad los tiros de larga distancia de sus jugadores, ante lo que considera una cerrada defensa de los Warriors de Golden State.

En demasiadas ocasiones se ha visto en la final del Oeste a jugadores penetrar y, cuando ya casi llegan al canasto, sacan el balón para ejecutar tiros de tres, sin importar el resultado o las posibilidades de lograrlo.

“Creo que hay una combinación. (Pero) Necesitas muchos más muchachos para participar ofensivamente”, justificó el exarmador sobre estas decisiones.

El resultado es muy revelador.

Dallas ha tirado más de tres puntos que de dos en todos los partidos de la serie. Solo en la serie ante Golden State han tomado 181 triples, marcando 65 de ellos, 20 de esos en el juego del martes en el que lograron su primera victoria y esquivaron la eliminación.

Golden State tira mucho menos

Echando una mirada a toda la postemporada, Dallas ha lanzado 705 intentos de tres puntos en 17 juegos. De esos han marcado 267 triples. Su efectividad está medida en un 36%.

Irónicamente, el equipo que marcó la tendencia de la liga a vivir del triple, Golden State, en la serie ante Dallas lanza de 117-45 desde los tres puntos. Y en todos los playoffs, en 15 partidos, tiran de 534-202, con porcentaje de 38%.

En el cuarto desafío de la serie el martes, Dallas lució dominante por primera vez en canastos de larga distancia al destrozar la defensa en zona de su rival. Dominaron a Golden State en triples anotados 20 a 10 y ganaron 119-109 luego de que vieron reducida una ventaja de 29 puntos a solamente ocho en las postrimerías del último parcial.

Luka Doncic, quien por tercera ocasión fue escogido al tercer equipo Todos Estrellas de la NBA, elogió el desempeño de sus compañeros, que fueron muy efectivos detrás del arco. El esloveno tiró de 11-3, pero el resto del equipo lanzó de 32-17, para un 53%.

“Creo que tenemos muchas armas. Si cuelan tiros, creo que es difícil ganarnos. Esos muchachos son la clave de nuestras victorias”, habló sobre los demás integrantes del equipo.

El llamado ‘combo player’ estuvo a punto de realizar un ‘triple-doble’, al totalizar 30 puntos, 14 rebotes y nueve asistencias, contrario al tercer choque, en el que sumó 40 unidades con 11 rebotes, pero su equipo cayó vencido.

“No pienso nada diferente. Solo quiero ganar el juego y ya está”, analizó. “Tenemos más que hacer. Tres más. Tenemos que ir partido a partido y creer”, apostilló Doncic.

“Muchos de ellos fueron grandes tiros”, dijo, por su parte, el estelar Stephen Curry tras la derrota.

“Es una buena lección aprendida, porque hicieron muchos tiros, (y) tuvimos problemas en nuestra zona que les dieron ventaja y nos hicieron pagar. Sabíamos que silenciarlos iba a ser difícil. Tenemos que mejorar la defensa, (y) descubrir cómo frenarlos”, finiquitó el armador de los Warriors.

Solo el tiempo dirá quien será el vencedor. Si Golden State, que todavía tiene tres turnos para mantener el dominio de los tiros a larga distancia, o si Dallas completa la virazón.

El quinto partido de la serie será el jueves en San Francisco, a las 9:00 p.m. por TNT.