Nueva York. Cade Cunningham lució todo el año como la primera selección del draft. Con su juego fluido, capacidad para encestar y pases precisos, brilló con Oklahoma State.

Pero faltaba que los Pistons opinaran lo mismo. El jueves, lo hicieron.

Detroit reclutó a Cunningham, con la selección de honor en el Draft de la NBA.

Cunningham era el gran favorito para que su nombre fuera el primero en mencionarse durante la ceremonia en Nueva York, aunque el gerente general de los Pistons, Troy Weaver, no había revelado sus planes en la semana y había dicho que el equipo analizaría cualquier escenario, incluido el de un canje.

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Al final, Detroit se quedó con el jugador de 19 años, mencionado como candidato a primera selección incluso antes de haber puesto un pie en el campus de Oklahoma State.

El armador de Arlington, Texas, mide seis pies y ocho pulgadas y pesa 220 libras. Cumplió con las expectativas generadas por semejante corpulencia y mostró una capacidad de jugar con fluidez, que le ganó la elección por parte de The Associated Press como integrante del primer equipo ideal, All-American.

Promedió 20.1 puntos, 6.2 rebotes y 3.5 asistencias con un juego que le permitió acertar triples, driblar o encontrar a compañeros desmarcados.

“Esto me parece todavía surrealista”, dijo. “Sé cuánta responsabilidad conlleva ser la primera selección. Sé cuánta responsabilidad depositará la ciudad en el chico al que se selecciona en el primer lugar. Estoy emocionado por ocuparme de esas tareas y tratar de cumplir con la ciudad de Detroit”.

Cunningham, el primer jugador en la historia de Oklahoma City que ha sido primera selección, se une a unos Pistons que han ganado apenas 20 partidos en dos temporadas seguidas, y que no han tenido foja positiva en el último lustro.

Tras el reclutamiento de Cunningham llegó el de otros jugadores corpulentos.

Scottie Barnes, de Florida State, llegó sorpresivamente a Toronto en el cuarto turno, antes de Jalen Suggs, armador de primer año de Gonzaga. Barnes, de 6′8″, fue líder del ataque de los Seminoles y tiene la capacidad de ser un defensor de elite con su estatura y capacidad para perseguir a jugadores más bajitos en el perímetro.

Es por ello que Barnes dijo que podría adaptarse para “hacer diferentes cosas con los Raptors”.

“Realmente no sabía dónde quedaría, pero en realidad tampoco estaba esperando nada”, dijo Barnes. “Llegué con la mentalidad de que no sabía nada. Traté de disfrutar el momento hasta que mencionaron mi nombre. Cuando eso pasó, mi familia y yo nos emocionamos mucho”.

Dos selecciones después, Oklahoma City reclutó al adolescente australiano Josh Giddey, también de 6′8″ y conocido por su precisión en los pases. Había jugado en la liga de su país y era parte del programa de academias de la NBA que busca desarrollar a prospectos internacionales.