Dallas, Texas. Ha sido una serie Final de Conferencia literalmente dominada por el che che del Oeste. Y para muchos no es nada sorpresivo que esté a punto de mate, aún cuando los analistas entendían que a estas alturas la cosa estaría más pareja.

La realidad es que las estrellas que se suponían anden tomando la curva hacia la espiral de salida, no quieren apagar su brillo. Y, por el contrario, sienten que todavía queda mucha luz en su resplandor. Esa es la razón por la cual los Warriors de Golden State han ganado los primeros tres desafíos, y buscarán barrer el duelo ante los Mavericks de Dallas cuando se celebre el cuarto encuentro del feudo programado a un máximo de siete partidos, pautado para mañana en la noche a las 9:00 de la noche hora de Puerto Rico, por TNT.

Y hay una razón para que la Serie de Campeonato de la Conferencia del Oeste de la Asociación Nacional de Baloncesto (NBA por sus siglas en inglés), tenga nombre y apellido. Se trata del estelar armador Stephen Curry, quien ha masacrado la defensa de sus contrarios.

El diminutivo jugador totaliza 84 puntos, para un promedio de 28 por juego, en los tres desafíos ya celebrados. Si a eso se le suma que ha producido 14 canastos a larga distancia, en los que ha tirado de 29-14 para un excelente 48% detrás del arco, es muy poco lo que se puede hacer para detener a tu rival.

Y aunque Luka Doncic, la nueva estrella en ciernes de la NBA, ha hecho su parte, lo cierto es que sus compañeros no han podido igualar, o mejorar, lo que han hecho los restantes integrantes de los Warriors, que han complementado de manera exitosa el ataque por ‘aire y tierra’ de los californianos. Tanto en la etapa regular como en los Playoffs, las estadísticas globales del europeo superan, aunque con bastante similitud, a las del canastero estadounidense.

El problema mayor ha sido la consistente ofensiva de los tiradores de Golden State, que ha opacado el esfuerzo ofensivo y defensivo en cancha de la primera y segunda unidad de los tejanos. Luka, nativo de Eslovenia y con apenas 23 años, ha puesto sus números en la final de la Conferencia, con partidos de 20, 42 y 40 puntos. Incluso, no ha tirado mal de tres al sumar de 29-12 para un promedio de 41%, lo que es más que aceptable.

Pero no ha tenido la ayuda suficiente de sus compañeros, y tampoco la profundidad en el banco que tiene su rival. Por el contrario, los Warriors, con sus reservas, mantienen un alto ritmo en el juego, que en muchas ocasiones les ayudan a aumentar la ventaja, e incluso reducirla considerablemente, como ocurrió en el segundo choque, cuando perdían por más de 20 y lograron recuperarse para llevarse la victoria.

El esloveno Luka Doncic conversa con Stephen Curry al finalizar un cuarto del partido del domingo.
El esloveno Luka Doncic conversa con Stephen Curry al finalizar un cuarto del partido del domingo. (Tony Gutierrez)

“Si hubiera sabido eso, habría ejecutado. Como digo, todavía estoy aprendiendo”, dijo Doncic sobre anotar 40 puntos en postemporada, con relación a la marca del equipo en su carrera de 2-6. “Creo que después de que termine esta temporada, vamos a mirar hacia atrás y aprender muchas cosas. Es mi primera vez en una Final de Conferencia, todavía tengo 23 años, (y) todavía estoy aprendiendo mucho”, aseguró el flexible canastero.

“Tenemos que ser más físicos”

El esloveno reconoce que Golden State es un rival de lujo, pero también confía en las habilidades de su equipo. Aun cuando está en una difícil y complicada situación, abajo 0-3, tiene expectativas de una reacción colectiva de los Mavericks de cara al cuarto partido.

“Tenemos que ser mucho mejores. Tenemos que ser más físicos”, estableció Luka, amigo personal del boricua José Juan Barea, de quien fue su compañero y del cual agradece en el proceso de establecerse con la franquicia a su llegada a los Estados Unidos para la temporada 2018-2019 cuando aún era menor de edad.

“Siempre es genial estar en casa. He disfrutado de estos fanáticos desde el primer día que vine aquí a Dallas, e intentaremos conseguir una victoria en el próximo juego”, dijo esperanzado.

Curry, por lo visto, no ha sentido ninguna presión de parte de los Mavericks, tal vez con excepción de la primera mitad del segundo encuentro. Pero en lo sucesivo todo ha sido a favor de los Warriors, que buscan alcanzar su sexta Serie Final en las últimas ocho temporadas.

“Escucho todo, aunque esa no es la motivación”, expresó sobre la comparación que se ha querido hacer sobre su enfrentamiento ante Luka y el cambio generacional. No es que Curry sea del todo un jugador en retirada, pero con 34 años y 12 de experiencia en la NBA, se considera un veterano al lado de Doncic.

“La motivación al estar de vuelta en este escenario, con la oportunidad de buscar una aparición en la Final nuevamente, después de dos años de pausa, con nuestro núcleo, pero con un nuevo elenco de personajes, es una oportunidad para hacer algo. No necesito ninguna motivación extra. Es solo tratar de aprovechar la oportunidad”, apuntó, al tratar de no darle mucha importancia al pareo con la figura del futuro de la liga.

Andrew Wiggins se apresta a propinarle un tapón a Luka Doncic. Aunque el esloveno ha pasado de los 40 puntos en los últimos dos partidos, Dallas no ha podido con la artillería de los Warriors.
Andrew Wiggins se apresta a propinarle un tapón a Luka Doncic. Aunque el esloveno ha pasado de los 40 puntos en los últimos dos partidos, Dallas no ha podido con la artillería de los Warriors. (Scott Strazzante)

El dirigente de Dallas tal vez no quiere ponerle presión a su estelar jugador, quien es la cara de la franquicia tras la salida de Dirk Nowitzki, quien fuera por 21 temporadas la figura estelar de la franquicia, incluyendo el único campeonato que han logrado en el 2011, en el cual Barea también fue clave en el resonado triunfo. De paso, Doncic superó a Nowitzki al convertirse en el jugador con más partidos de 40 puntos o más en choques de postemporada en la historia de los Mavericks.

“Hay mucha confianza en Luka”, dijo el técnico Jason Kidd en cuanto al apoyo absoluto en el franco tirador a larga distancia. “Y que tenga el balón y sea el mariscal de campo, porque está viendo demasiado a los 23, y (lo) absorbe. Confiamos en que hará lo correcto”, finiquitó el dirigente, que dijo tomará “un juego a la vez, ya que sabemos que estamos tres abajo. Tenemos que tratar de salir como siempre hemos hablado y tratar de ganar esa primera posesión. Eso es todo en lo que estamos enfocados”.