Miami. El otrora casillero de Dwyane Wade en el camerino del Heat de Miami aún sigue vacío. Docenas de fotos del canastero todavía adornan las paredes de la arena, incluyendo un gigantesco cartel que ubica en el camino por el cual tienen que caminar los jugadores cuando van de camino a la cancha. Y cada banderín de campeón que cuelga del techo está allí principalmente por causa de él.

Por 13 años, el American Airlines Arenas fue su casa.

Y por un momento, o varios este jueves, volverá a serlo.

Wade regresa el jueves a Miami en calidad de oponente por primera vez como jugador de los Bulls de Chicago –su nuevo equipo– en la que será su única visita de temporada regular en esta temporada. El recinto estará abarrotado de tepe a tepe y el partido será televisado por televisión nacional. Miami planifica brindarle un tributo con un video que de seguro emocionará a los presentes, fanáticos que nunca querían verlo partir de Miami.

“Él va a recibir una gran recepción”, dijo el entrenador del Heat, Erik Spoelstra. “Será divertido. Será especial. Y es muy merecida. Posiblemente será emocional para mí. Y luego competiremos. De eso es que verdaderamente trata esto”.