Es lógico pensar que si su apellido es Solá, su origen tiene que ser de Caguas.

Pues ciertamente, José Solá González, el nuevo director del torneo del BSN, es de familia cagüeña. De los Solá de Yldefonso Solá Morales, un político que fue alcalde de dicha ciudad y Senador a nivel nacional, entre otros puestos, y cuya memoria  fue inmortalizada al bautizar con su nombrar el estadio de béisbol profesional de Caguas. También está relacionado al escucha de las Grandes Ligas, Joey Solá.

Ahora bien, Solá González es, en parte, también arecibeño, pues se crió en la Villa de Capitán Correa, en la ciudad donde  los Capitanes se ha convertido en la franquicia más poderosa del BSN y con la que con humor boricua ya le atan sentimentalmente.

“Ese era el vacilón de los apoderados, que había llegado supuestamente un capitán a ser director del torneo”, dijo Solá, de 30 años.

Precisamente, la imparcialidad es una de las características que rodea el nombramiento de Solá por el nuevo presidente del BSN, Ricardo Dalmau. Solá dijo que no tiene vínculos con franquicias del BSN, que ni tan siquiera conocía a Dalmau antes de una llamada  que éste le hiciera dejándose llevar por una recomendación que alguien le ofreció.

Ligado con la imparcialidad, Solá González dijo que será una persona de reglamento. Apuntó que utilizará ese recurso para la toma de decisiones en lo que competa, como contrataciones, cambios de jugadores y acciones disciplinarias, entre otros temas y asuntos.

“No es lo mismo una opinión o, como dicen en la calle, un rumor de pasillo, que tener en las manos una herramienta para poder juzgar con criterio. De mi parte puedo asegurar que siempre  las decisiones van a venir fundamentadas por un reglamento. Y, en caso de que no exista una disposición reglamentaria para atender la controversia, siempre vendrá un criterio fundamentado”, dijo Solá González, quien dijo que el reglamento tiene que ser compatible con el de FIBA.

Bajo la presidencia de Dalmau y la supervisión de Solá González, el BSN seguirá utilizando el calendario de juego opuesto al que propone FIBA. Solá González abundó que por un tiempo indefinido el BSN se jugará de febrero a julio. FIBA propone jugar de octubre a abril. Solá González agregó, sin embargo, que los apoderados están abiertos a cambios en el futuro.

También dijo que estudia formas para que el reglamento provea criterios que eviten dejar a la opinión cambios propuestos de jugadores. Dijo que analiza adaptar al BSN criterios que han se utilizado en otras ligas, aunque siempre consciente de que el BSN seguirá usando como norma el balance competitivo.

“Estamos en el proceso de hacer una búsqueda de criterios específicos para hacer el proceso más objetivo... menos subjetivo. Y que sean del agrado de los apoderados. Vamos a hacer en diciembre una revisión del reglamento de torneo y ahí es donde estarán incluidos esos criterios”, dijo al tiempo en que coincidió en que esa no es una tarea fácil de lograr.

Solá es abogado de profesión. Egresado de la Universidad de Puerto Rico, el licenciado también tiene una maestría en Derecho Internacional realizada en Madrid y una maestría en Derecho Deportivo, realizada en Europa. 

Entre sus experiencias de trabajo ligado al deporte formó parte en Alemania del Tribunal de Arbitraje Deportivo de la FIBA. Luego en Puerto Rico formó parte de los trabajos de la Federación Puertorriqueña de Fútbol.

El debutante reveló que hizo junto a los apoderados una revisión del reglamento general de la liga y que acordaron más de 25 enmiendas porque habían discrepancias con el texto del reglamento. Solá González no reveló las enmiendas, porque  dijo que serán posteriormente reveladas por el presidente del organismo.  Habló sobre las enmiendas en un paréntesis que hizo entre el tema del fondo de garantía salarial, el cual no se trastocará para el torneo 2020.

Solá González agregó que está claro en cuanto a las labores de la estructura administrativa del BSN, en la que los apoderados son “los que corren el negocio” y luego está el presidente y su equipo de trabajo, en el que él figura, para ejecutar las decisiones de los apoderados.

“No nos podemos desligar que ellos son la junta, el ente rector, la autoridad máxima de esta institución”, dijo Solá González. 

“Nosotros queremos facilitarle la vida. Es nuestra función siempre mantener al apoderado enterado de cuál es el día a día de los procesos operativos del BSN para que entienda, según cual normativa aprueba, cómo afecta la operación de la Liga”, agregó.

Solá González añadió que planifica, dentro de sus metas reglamentarias,  crear un ‘código de ética’, que es distinto al existente código disciplinario.