A Owen Pérez no le podrían importar menos los coros de “Owen comebanco” ni “Queremos a Owen” y otros que hayan salido desde las gradas de las canchas en las que se juega la serie final del Baloncesto Superior Nacional (BSN).

Y admite que debido a la ausencia de tiempo de juego en la serie, el vacilón o la ‘tiraera’ de redes sociales que surgió entre él y José ‘Money’ Rodríguez, además de comentarios de figuras como el dirigente de San Germán, Eddie Casiano, o el armador vaquero Ángel Rodríguez, a quien le está pasando factura principalmente es a Rodríguez.

“Todo esto comenzó con un comentario que puse en redes sociales de que el último (equipo) que gritó que quería a Bayamón no la pasó muy bien. Y parece que José Rodríguez lo tomó a mal y se puso a decir cosas que no son”, expresó Pérez, un veterano de 10 años en el BSN.

“De verdad no me molesta lo que griten en la cancha ni lo que digan las redes sociales, ni lo que digan Eddie o José”, continuó. “Yo lo veo y me río. Yo sé que yo no juego mucho y cual es mi rol en el equipo. Y en todo esto no me está afectando mentalmente a mí porque no he jugado. Más le está afectando a él (a Rodríguez), que él sí juega y en estos juegos no ha sido el mismo José Rodríguez que fue contra Santurce y Arecibo”.

Y Pérez, quien dijo que no le gusta llamar a Rodríguez por su apodo de ‘Money’, podría tener la razón, pues en los tres partidos de la serie final Money ha colado siete, dos y un punto, respectivamente. Promedia 3.3 puntos.

En la serie ante Arecibo, Rodríguez fue factor al colar 71 puntos en cinco juegos para promedio de 14.2. Y en la de Santurce coló 78 en seis juegos para promedio de 13 puntos.

Uno de los carteles llevados por la fanaticada vaquera el viernes al coliseo Rubén Rodríguez.
Uno de los carteles llevados por la fanaticada vaquera el viernes al coliseo Rubén Rodríguez. (Twitter / @jorgefloza)

El propio Casiano admitió que Rodríguez está en un ‘slump’ y aseguró que “va a estar bien. Son cosas que pasan. Cuando estuve en finales tuve tres, cuatro juegos que no metía la bola. Pero él se va a levantar. Confiamos en él. Es parte de nuestra familia”.

El vacilón de esta guerra de palabras se ha extendido a las gradas, como es sabido, con los coros en San Germán o fanáticos con carteles con la cara de Money y el cuerpo de un can con la frase “Perro que ladra no muerde” el viernes en Bayamón.

“A mí en verdad no me molesta. Desde el día uno yo sé que aquí en Bayamón yo no juego mucho. En mi posición están (Jacob) Wiley y el cubanazo (Ismael Romero). No juego mucho, pero los minutos que me den siempre los aprovecho al máximo”, continuó Pérez.

“Mis compañeros se ríen del vacilón, pero cuando llega la hora de la práctica y del juego, ellos están totalmente concentrados en traer el campeonato número 16 a Bayamón, y a eso ellos no les hace efecto”, dijo.

En cuanto a su familia, un aspecto que podría ser delicado, porque tal vez el jugador está acostumbrado, pero su familia no, Pérez dijo que se adelanta y los prepara.

“Yo les hablo en casa y les digo ‘hoy vamos para San Germán y puede pasar esto y esto’ y no le presten atención. Ya ellos van mentalizados para lo que me puedan decir y gritar. Ellos entienden el por qué yo no tengo muchos minutos”, manifestó el isabelino de 30 años.

“Al final cuando me monto en el carro me dicen ‘Owen…te gritaron esto y esto’ y lo que hacemos es reírnos. No se toma nada personal. El que piense que los comentarios en las redes o en las canchas me hacen daño se equivoca. A mí me gusta el vacilón. Si me vacilan, yo los vacilo. Siempre he sido así”, afirmó.

“No hay nada personal contra José Rodríguez ni contra Eddie. En el momento en que se habló, ellos dijeron lo de ellos y yo dije lo mío, y al final de la serie les daré la mano porque esto es un deporte. Yo no estoy para pelear ni hacer escándalos. Yo estoy para ponerle un poquito de pique a la serie”, finalizó.