Cuando Renaldo Balkman llegó a Puerto Rico en el 2012, por su estilo de juego y carisma empleando en el Equipo Nacional formó una movimiento que él mismo bautizó como Balkmania. Casi 10 años después, y aunque ha estado más ausente que presente de la Isla en los últimos años, el jugador de ascendencia boricua sigue siendo una pieza importante.

Y también sigue relevante.

“La gente me para para hablar. Me entrevistan. Vendo camisetas con mi nombre. Estoy jugando a buen nivel a los 37 años. Sigo relevante”, afirma el delantero de los Mets de Guaynabo.

La camiseta de Balkman con los Mets ha sido una de las más vendidas en Guaynabo, lo que hace recordar la mercancía con la expresión ‘Balkmania’ que vendió con su imagen y figura del jugador en sus primeros momentos con el Equipo Nacional de baloncesto.

La pronunciación de su nombre por el anunciador de la cancha local de los Mets, el equipo con el que anoche salió a jugar el sexto juego de la serie final ante su anterior equipo de los Capitanes de Arecibo, siempre genera aplausos.

Y esto porque, competitivamente hablando, el delantero ha demostrado que mantiene nivel de juego, que sigue defendiendo con efectividad, que postea a los grandes y que logra buena posición para rebotear. Balkman promedia hasta el sexto juego de la final 12.6 puntos y 6.2 rebotes por juego ante unos Capitanes que físicamente son imponentes.

Balkman afirma que es una gran sensación seguir siendo útil a su edad.

“Ya sea vendiendo camisetas, ayudando al equipo de cualquier forma y estar jugando a un alto nivel, es una gran sensación a mi edad”, dijo Balkman. “La gente dice que a mi edad los jugadores ya van bajando. Yo no. Estoy subiendo, jugando baloncesto inteligente”, agregó.

Balkman debutó en el BSN en el 2013 con los Brujos de Guayama antes de pasar a los Capitanes de Arecibo mediante un cambio en el 2014 y jugó para ese equipo durante tres temporadas y tres finales ganando en el camino un campeonato.

Mientras, en Guaynabo el jugador ayudó a cuadrar a los Mets cuando entró a a juego para la última cuarta parte de calendario regular. Y ha sido clave en partidos de la postemporada.

Balkman asegura que la experiencia en Guaynabo ha sido maravillosa. Agregó que le gusta el equipo, el cuerpo técnico, la fanaticada. Y añadió que le agrada jugar para Guaynabo, como el equipo menospreciado ante rivales como Bayamón y Ponce o Arecibo.

“Nos merecemos ya un poco de reconocimiento”, dijo.