Ricky Rubio: conoce todo sobre el nuevo ídolo de la NBA
El armador español Ricky Rubio no ha tardado mucho en dejar su huella en la NBA con Minnesota.

Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 13 años.
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Hace 17 temporadas, cuando Jason Kidd entró a la NBA, todo el mundo se maravillaba de su asombrosa visión de cancha, pero en la misma oración no fallaban en resaltar que Kidd no metía la bola ni en un océano cuando tiraba a distancia.
Quizás, era una observación algo exagerada, pues aunque Kidd apenas lanzó para 27 por ciento en triples en su temporada de novato en 1994, actualmente figura tercero en la lista de principales trespuntistas de todos los tiempos con 1,806 trifectas (solo detrás de Ray Allen y Reggie Miller), un faceta que con mucha práctica y excelente ética de trabajo logró mejorar.
Ahora en la temporada 2011-2012 llega a la NBA otro pasador prodigioso con unas características físicas (6'4” de estatura, brazos largos y de juego similare a Kidd): el base español Ricky Rubio.
Pero por alguna razón, y muy a pesar de su pedigrí ganador en España, Rubio entró a la NBA con unas expectativas sobre su persona mucho más bajas que las de Kidd.
Quizás es por lo poco que en Estados Unidos se había visto de él, muy a pesar de su medalla de plata olímpica en Pekín 2008 o de su título de Euroliga con el Regal Barcelona en el 2010 o el campeonato de la liga ACB en el 2011.
Podría ser también porque un leve vistazo a sus estadísticas con el Barcelona, que apuntan a sólo 5.3 puntos por juego en el 2011 en la ACB y 7.2 puntos por juego en el 2010, abonan a la teoría de que no es un jugador ofensivo, aunque el sistema de juego allí es diferente, pues las posesiones son más largas, su función principal es pasar primero ante cualquier situación y sus minutos son más reducidos.
En una cultura deportiva anglosajona, acostumbrada a la estadística para medirlo todo sin tomar en cuenta las intangibles, las críticas hacia Rubio antes de tocar un balón enebeísta fueron implacables: que si su cuerpo se ve frágil, que no es atlético, que no podrá defender a nadie a nivel de la NBA y, sobre todo, que tampoco mete la bola. En fin, para algunos lucía destinado a ser un fracaso, quizás similar a su colega de equipo, el pívot Darko Milicic.
De hecho, el scouting de los equipos contrarios durante sus primeros cuatro juegos en la NBA con los Timberwolves de Minnesota parecían decir “Denle espacio y que no penetre al canasto”, pues sus rivales parecían más concentrados en negarle el paso libre al canasto que en jugarle agresivo y entorpecer su extraordinaria visión periferal.
Pero Rubio ha aprovechado cada espacio que las defensas contrarias le han permitido para hacerlos quedar mal.
De hecho, ha lanzado 66.7 por ciento en triples (4-6) y 57 por ciento de campo (12-21), despejando dudas sobre su capacidad de anotar a distancia.
Y esa efectividad no es de casualidad, pues luego de cada práctica de los Timberwolves Rubio se queda por más de media hora afinando su puntería y trabajando en sus movimientos uno contra uno con el asistente Bill Bayno, que se arma con protectores tipo MMA para empujarlo y obligarlo a tener que atinar canastos con contacto físico.
Todo eso antes de ir a alzar pesas para también laborar en su fortaleza física, lo que denota la ética de trabajo necesaria para ser exitoso en esta liga.
Como si sus notables aportaciones ofensivas no fueran suficiente, Rubio no ha tardado en desplegar su magistral capacidad para facilitarles puntos a sus compañeros con majestuosos pases.
Pero la parte intagible a la cual más ha contribuido es a mejorar el desempeño colectivo de su equipo con su actitud ganadora, elevando su juego siempre bajo presión en el cuarto parcial de cada uno de sus cuatro primeros partidos, en los que ha anotado –de forma acumulada– un total de 21 puntos, sumado a 14 asistencias y nueve rebotes mientras lanza para 7-10 de campo.
¡Extraordinario!
Fue él quien cargó a Minnesota con sus canastos claves y pases precisos en los minutos finales ante los Heat de Miami el pasado viernes y por poco madrugan al equipo subcampeón de la NBA.
O sea, desde el saque, Rubio ha demostrado ser un jugador fiable en el clutch, muy a pesar de sus 21 años de edad y de ser un “novato” en la NBA.
Rubio entra a juego como reserva, en sustitución de Luke Ridnour, pero cuando las millas cuentan es el que está en cancha y promedia 27:41 minutos por juego.
No es secreto que el dirigente Rick Adelman lo ha llevado poco a poco, pero su presencia en el cuadro abridor es, quizás, cuestión de días.
En la medida que coja más confianza, será una amenaza dual como anotador y pasador.
Es temprano en la temporada de la NBA, pero definitivamente Rubio ya plantó bandera y llegó para quedarse.