En una movida sorpresiva, pero que bien merece su existencia, los Leones de Ponce del Baloncesto Superior Nacional nombraron dirigente para la temporada del 2024 al argentino Sergio Hernández.

El nombramiento existe porque Hernández, otrora dirigente del Equipo Nacional de Argentina, fue apuntado para el puesto el año pasado, pero solicitó dejar la posición luego de un complicado inicio de temporada que vio a los Leones jugar para 7-11 en la primera mitad de la campaña. Aceptada su petición, el apodado Oveja se mantuvo en la organización como asesor y ahora apunta a un retorno al puesto luego que el exdirigente nacional Carlos Morales, quien terminó al frente del equipo el pasado torneo, declinara regresar en el 2024.

El retorno de Hernández al puesto fue anunciado anoche en las redes sociales del equipo.

La gerencia del equipo explicó que la decisión estuvo en discusión desde el cierre de la pasada temporada luego que Morales dejara saber que no tenía intenciones de regresar como entrenador principal del conjunto. En el proceso se contó con la propia evaluación de Hernández, quien considera que ahora conoce más la liga y lo que debe hacer al frente de los Leones. Además la gerencia siempre aspiró a una larga relación con el reputado entrenador que fue parte de la época de gloria de Argentina, como entrenador o entrenador asistente, y ganador de medallas en Copas del Mundo y Olimpiadas.

Hernández contará nuevamente con Morales, Toñito Colón y Carlos Rivera como asistentes. También le acompañará como asistente el también argentino Gabriel Picatto.

En el 2023, los Leones culminaron con marca de 17-19, en la quinta posición de la Sección A, con la misma marca de los Indios de Mayagüez, quien lograron el último boleto de clasificación a los cuartos de final.

Posterior a su salida y la temporada, Hernández ofreció varias entrevistas en su país que dio a entender que vivía arrepentido de su decisión de salir de la dirección de los Leones.

“Me fui de dos equipos a mitad de camino, antes de que terminara el torneo, sin motivo real. El único motivo era que no podía lograr que el equipo ganara y eso me superaba”, dijo en una entrevista para el programa DSports Básquet. “Podría haber hecho las cosas diferentes en Zaragoza, haber tenido más paciencia, esperar un segundo año y meter más mano en los fichajes para hacer un equipo que tuviera más que ver conmigo. Dejé ir una oportunidad. No sé si llamarlo arrepentimiento, pero dejé pasar una oportunidad de esas que no hay que dejar pasar”.

El otro equipo, por su parte, es el de los Leones.

“Me había acostumbrado al triunfo y no supe convivir con la derrota. Ni con la derrota, ni con la posibilidad de la derrota. Después me pasó en Puerto Rico, un lugar en el que yo estaba muy cómodo y la gente me quería. Volvería a dirigir el mismo equipo. Me trataron muy bien, es una franquicia muy organizada y muy cumplidora. Me gustaría darme la posibilidad y también darle la posibilidad a ellos de que tenga un entrenador que no esté tan trabado como estaba yo en ese momento”.