Tres refuerzos, miles de opiniones: apoderados y jugadores analizan la medida que transformó al BSN
La regla, que será reevaluada en la temporada muerta, sacó del sótano a equipos como los Vaqueros e impulsó a otros como Mayagüez.

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El Baloncesto Superior Nacional (BSN) dio luz verde en octubre del año pasado para que cada equipo firmara a un tercer refuerzo esta temporada, una medida que contó con el respaldo y rechazo de distintos sectores.
Franquicias de la Conferencia B, como los Indios de Mayagüez, los Leones de Ponce y los Atléticos de San Germán, se habían expresado a favor, mientras que la Asociación de Jugadores se oponía a su aprobación.
Esto se debe a que la propuesta abrió 11 nuevas plazas para importados que antes eran ocupadas por jugadores nativos. Ahora solo hay disponibles 12 espacios para canasteros del patio en cada plantilla.
Aun así, contó con los votos necesarios y fue avalada en una reunión de la Junta de Directores del BSN.
Nueve meses después, el torneo está a punto de entrar en su etapa culminante con el séptimo juego entre los Indios y los Capitanes de Arecibo, el cual decidirá esta noche quién ponchará el último boleto a las finales de Conferencia.
Organizaciones, como los Vaqueros de Bayamón, aprovecharon esta nueva regla para contratar a Chris Duarte, Danilo Gallinari y JaVale McGee, un trío de refuerzos que los sacó del sótano y los catapultó a la cima de la liga.
Raymond Cintrón, veterano escolta de 36 años, forma parte de la segunda unidad de los Vaqueros y quizá ha visto sus minutos limitados a causa de esta medida. No obstante, ve con buenos ojos la integración de un tercer importado.
“Entiendo que el tercer refuerzo, sin duda alguna, le trae más calidad y competencia a la liga, como estamos viendo. Sabemos que todos los equipos han traído refuerzos de calidad. Hay comentarios de que le quitan minutos a los nativos, pero yo lo veo de una forma distinta. Sube el nivel de la liga y te ayuda a probarte con jugadores que, a lo mejor, no hubieses tenido el chance de competir contra ellos”, dijo Cintrón en un aparte con la prensa.
Lo cierto es que el experimentado trespuntista ha tenido la dicha de que su equipo firmó a tres de los mejores refuerzos que han pisado una cancha en el BSN. Además, han estado con los Vaqueros desde que arrancó la campaña el pasado 15 de marzo.
“Son excelentes jugadores, sin duda alguna. Los otros equipos también han tenido la oportunidad de traer refuerzos de impacto, pero los que tenemos son especiales y se han dejado sentir. He tenido mis minutos de juego, al igual que mis compañeros. No todas las noches se come arroz y habichuelas, como uno dice, pero he tenido un buen rol y me he mantenido listo para cuando me toque el momento. De eso se tratan los equipos que ganan campeonatos”, comentó Cintrón, quien podría ver acción este viernes en el inicio de la final de la Conferencia A entre los Vaqueros y los Cangrejeros de Santurce en el Coliseo Rubén Rodríguez.

Gary Browne, armador titular de los Vaqueros, indicó, por su parte, que la liga continúa siendo una balanceada y los equipos dependen de la gestión de sus gerencias para adquirir al mejor talento posible.
“En años anteriores todo el mundo tenía dos, y ahora todos tienen tres. Todo depende del refuerzo que tú traigas. No puedo decir si eso te da ventaja o desventaja. Este año todo el mundo tuvo tres, así que creo que se cae de la mata”, recalcó Browne.
Riesgo de pagar un precio caro
Pero Bayamón, aunque ha sido el equipo más dominante con el mejor récord en la serie regular (24-10), no fue el único que acertó en la confección de su trío de importados.
Y es que Mayagüez, contra todo pronóstico, está a una victoria de meterse entre los mejores cuatro, en gran medida gracias a los refuerzos que contrató.
Empezaron el torneo con Milton Doyle, Tyrell Harrison y Sam Waardenburg, pero, por distintas razones, este ultimo fue el único de los tres que permaneció en la tribu de cara a los playoffs. Nick Perkins y Alexander Hamilton entraron en sustitución de Doyle y Harrison, y Mayagüez concluyó la fase regular en el tope de la Conferencia B con balance de 21-13.
“Es una regla que equipos como el mío se han beneficiado grandemente, pero estoy consciente de que, sí tú no haces tu asignación correcta al evaluar refuerzos, vas a pagar un precio caro. Yo tuve mucha suerte porque firmé a refuerzos jóvenes de 24 y 25 años y ninguno se lesionó prácticamente toda la temporada. En el caso de Mayagüez, que estamos bastante apretados en el presupuesto, eso nos hubiese afectado la nómina”, señaló Carlos “Cady” Acosta, apoderado de los Indios, en una entrevista telefónica con Primera Hora.
Acosta entendía desde un principio que esta enmienda al Reglamento del BSN le permitiría a Mayagüez competir en la postemporada. Por esto, al momento que fue avalada, se dio la tarea de estudiar con detenimiento, junto al director de operaciones Gustavo Cañas, los importados que firmaría.
“Yo empecé bien temprano porque tenía que estar 100 por ciento seguro de que los refuerzos me iban a funcionar. Para eso, lo que hicimos fue que empezamos a ver juegos completos de las personas que estábamos interesados. Tomó mucho tiempo, pero fuimos los primeros en anunciar a nuestros refuerzos en diciembre del año pasado porque empezamos a evaluar desde septiembre a la NBL (liga de Australia), porque sabíamos que iba a ser la única liga que iba a terminar a tiempo. Nuestros tres refuerzos vinieron de allá. Sé de equipos que no comenzaron a evaluar a sus refuerzos con tanto tiempo y los que llegaron no les produjeron como esperaban. Sé que eso tuvo un impacto en su nómina”, compartió el tenedor de los Indios.
“¿Qué tan grave fue el impacto? Pues realmente no sé, pero yo entiendo que es algo que se hablará cuando se termine la temporada porque es bien importante que, como liga, cuidemos de la salud fiscal de cada una de las franquicias. Lo que queremos es crecer y no que se rompa lo que nos ha tomado tantos años llegar al nivel donde estamos”, abundó.
De acuerdo con Acosta, el BSN evaluará en la temporada muerta si mantendrá a los tres refuerzos y volverá al antiguo formato de dos. El apoderado de Mayagüez sostuvo que, si por el bien económico de algunas organizaciones proponen regresar a dos importados, no tendría problema con votar a favor.
“Si el año que viene es necesario bajar a dos refuerzos por la situación fiscal de las demás franquicias, estaremos de acuerdo con la regla que beneficie a todos. Yo soy de las franquicias a las que un impacto económico fuerte puede llevar a un receso. No todos los años voy a tener la misma suerte que este año; se me puede lastimar un jugador y sé que eso tendría un fuerte impacto económico”, declaró el tenedor de la tribu.
Además de los tres refuerzos, el BSN elevó su tope salarial colectivo a $900,000.
Este límite puede ser superado, pero los equipos que lo hagan estarán sujetos a un impuesto de lujo. Las penalidades son las siguientes: un 15% para nóminas entre $900,001 y $1,100,000; un 18% para las que alcancen entre $1,100,001 y $1,300,000; y un 20% para aquellas que inviertan hasta $1,400,000, el límite permitido.
Adicional a esto, se eliminaron las restricciones sobre el salario individual de los refuerzos, siempre y cuando se respete el tope salarial.
La Junta de Directores del BSN tuvo una reunión en plena campaña para recordarles a los apoderados la importancia de respetar esta regla. Acosta entiende que los tres importados no causan un desbalance en la liga si se cumple con esta medida.
“El nivel de la liga subió“
Por otro lado, nadie conoce mejor los beneficios de tener tres importados que el apoderado de los Criollos de Caguas, John Herrero. Los Criollos fueron el único equipo que tenía el derecho de contratar a tres refuerzos el año pasado y ganaron su segundo campeonato.
Caguas pudo contratar a un tercer importado en la temporada anterior, ya que no había clasificado a los playoffs desde que entró al BSN como franquicia expansión en 2021 bajo la identidad de los Grises de Humacao. Eso cambió esta campaña.
Todos los equipos contaron con un trío de refuerzos, y aunque dio la batalla, el quinteto del Valle del Turabo fue eliminado en los cuartos de final por Santurce. A pesar de esto, Herrero cree que esta medida debe permanecer para continuar elevando el nivel que se juega en el BSN.
“Los resultados hablan por sí solos desde el punto de vista del nivel de la liga. El nivel de la liga subió. Hay algunos equipos que tuvieron un poquito más de desaciertos que otros. Algunos por lesiones, como probablemente Santurce y Ponce. Otros porque tal vez no ‘matchearon’. Otros porque el ‘timing’ de la temporada no fue el mejor porque no había mucho talento disponible. Fue más adelante. Pero, en general, creo que se ha visto el aumento en el nivel de la liga sin necesariamente afectar el tiempo de juego de los nativos”, opinó el tenedor de Caguas en una entrevista con este medio.
“Yo no tengo la data específica, porque no me he sentado a buscarla, pero hubo momentos en nuestra serie con Santurce donde había un solo refuerzo en cancha por cada equipo. No porque no hicieran falta, sino porque el talento nativo también está ahí a la par”, añadió.
Figuras como Christian “Cuco” Pizarro y Alexander Kappos tuvieron más minutos de juego que Akil Mitchell y Louis King, dos de los tres importados de los Criollos, en el sexto partido de los cuartos de final.
Herrero considera que el desarrollo de Pizarro y Kappos, quienes fueron finalistas a los premios Sexto Hombre del Año y Progreso del Año, es una prueba de que a los canasteros del patio no se les ha echado para el lado con la inclusión de un tercer refuerzo.

“Esto también es suerte y verdad. Nosotros al principio trajimos a Kay Felder, un armador que tiene un pedigrí brutal. Venía de matar la liga de China en la temporada anterior, pero no nos funcionó por la forma que nuestro equipo juega. Mira a Matt Mooney en Quebradillas, que no cayó y en Ponce ha sido pieza clave, incluso estando lesionado”, señaló Herrero.
Mooney promedió 11.9 puntos en ocho apariciones con los Piratas, pero el domingo anotó 22 para eliminar a Quebradillas y llevar a Ponce a la final de la Conferencia B.
La realidad es que no todos los equipos fueron consistentes como Caguas y Bayamón, que mantuvieron el mismo trío de importados a lo largo de la temporada. Los Leones firmaron a 10, mientras que los Cangrejeros contrataron a 12 a lo largo del torneo.