A juzgar por su primera práctica el viernes en el coliseo Mario ‘Quijote’ Morales de Guaynabo, el jugador de sangre boricua de 20 años de edad se vio como pez en el agua con el resto de hombres grandes jóvenes que militan en la preselección, desplegando no solo su juego de espalda al canasto sino también su mejorado tiro a 15 pies de distancia.

“Quería llegar en gran condición física. Ya he bajado 16 libras – 11 de ellas de grasa. Cuando regresé desde Puerto Rico tras venir de visita a fines de junio comencé a entrenar aún más duro de lo que ya llevaba hacienda por un mes, levantándome a las 5:30 a.m. a entrenar en mi condición cardiovascular, trabajar en destrezas individuales y en el gimnasio con las pesas”, indicó Davis a Primera Hora.

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“Vengo dispuesto a aprender, a adaptarme a este grupo. Aquí hay muchos que ya jugaron NCAA y que ahora ya son jugadores profesionales, así que tengo de donde nutrirme. Vengo a competir duro con este grupo”.

Davis reconoció que hay grandes expectativas con su llegada, pero sostuvo que lo más que puede hacer es dejar el pellejo en la cancha y seguir aprendiendo.

“Aún me queda mucho por aprender y seguir mejorando. Vengo a trabajar lo más duro que pueda. Vengo a hacer mi juego. He trabajado bastante en mi tiro a media distancia, en ser mejor atleta. He trabajado mi cuerpo para bajar de peso, ser más ágil y prepararme para la nueva NBA, que requiere que puedas abrir la cancha y defender más en el perímetro”, confesó Davis, quien entrará a su tercera temporada de NCAA con Texas A&M.

“Ahora mismo estoy anotando el tiro de 15 a 17 pies con bastante consistencia. También he comenzado a lanzar el triple desde la línea de la ‘bomba’ y desde las esquinas pero sigue siendo una destrezas en proceso de perfeccionar. Antes ni tiraba de ahí. Mi pan con mantequilla es el dominio la pintura con tiros de ganchos, movimientos de espaldas al canasto, donqueos y rebotes pero en la medida que sea más ágil y tenga mejor tiro a distancia seré un mejor jugador dondequiera que juegue”.