Dicen que el gozo de unos se debe a la miseria de otros.

En la NBA eso aplica como anillo al dedo cuando se compara el inicio espectacular de equipos como los Hawks de Atlanta y los Bucks de Milwaukee, mientras otros como los Nets de Nueva Jersey aún no conocen lo que es la victoria.

Los Nets, que actualmente exhiben foja de 0-13, están en posición de retar el récord de 17 derrotas al hilo para iniciar una temporada que comparten los Heat de Miami de 1988-89 y los Clippers de Los Ángeles de 1998-1999.

El problema es que no parece haber luz al final del túnel y todo tiende a indicar que Nueva Jersey logrará entrar al libro de récords.

Los Nets se embarcan esta semana en una gira de cuatro partidos en la carretera que incluye desafíos ante los Nuggets de Denver, Trail Blazers de Portland, Kings de Sacramento y Lakers de Los Ángeles.

De esos cuatro, el partido más asequible es el de los Kings, pero Sacramento tiene marca de 4-2 en su casa.

Como si fuera poco, regresan a casa el 2 de diciembre para servir de anfitrión a los Mavericks de Dallas ¡Sucio difícil!

Perder esos cinco partidos sería suficiente para alcanzar la marca fatídica de 18 reveses en ristra para comenzar el año.

Lesiones a granel

Gran parte del problema de los Nets es que su plantilla parece una sala de emergencias. Para muestra un botón basta. Su estelar base Devi Harris apenas acaba de regresar a acción, Yi Jianlian perderá varias semanas debido a una lesión de rodilla, Jarvis Hayes y Eduardo Nájera están fuera indefinidamente, Keyon Dooling regresa de su operación de rodilla a mediados de diciembre y el alero Courtney Lee está día a día debido a un estirón en la ingle. La situación es similar en las filas de los Timberwolves de Minnesota (1-12), que ganaron su primer juego de temporada y desde entonces no saben lo que es un triunfo.

Contrario a los Nets, en Minnesota sólo extrañan a su centro Kevin Love, que se espera que regrese en diciembre, pero aun así el panorama no parece que cambiará mucho.

Al paso que van, ambos equipos podrían igualar la marca de futilidad establecida por los 76ers de Filadelfia en 1973 de nueve victorias y 73 derrotas.