Arecibo.-  Los Capitanes de Arecibo se apuntaron la victoria durante el inicio de la serie final ante los Leones de Ponce, 83-81, en lo que fue un partizado súper reñido frente a más de 9,000 fieles en la cancha Manuel Petaca Iguina.

El problema es que lo grandioso del desafío tomó un segundo plano debido a la indisciplina desplegada por las fanaticadas de ambos equipos presentes, así como personal de ambas franquicias.

Arecibo dominaba por tres puntos, 83-80, gracias en gran parte al desempeño de la dupla de Walter Hodge y Renaldo Balkman casi todo el partido. Pero los Leones tuvieron su oportunidad de empate al final cuando Mike Harris recibió falta personal restando 7.2 segundos y fue al tiro libre.

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En la línea de los suspiros, Harris anotó el primero y falló el segundo a propósito para buscar el tapeo ofensivo y el empate. Sus compañeros de equipo respondieron al reto y Ponce peleó el rebote y trató de rematar en dos ocasiones, consiguiendo Ángel Vassallo que el árbitro Joel Sánchez pitara falta personal restando menos de un segundo.

El disgusto no se hizo esperar con abucheos sonoros. Entonces Vassallo falló el primer tiro libre y ahí fue que explotó la cosa. De repente salieron dos objetos volando hacia la cancha que parecieron salir del área donde estaban los fanáticos de Ponce. Eso implicaba una técnica para el equipo local, que protestaba que no fueron sus fanáticos quienes lanzaron los objetos. En el interín, Omar González entró a la cancha a protestar la falta cantada, mientras el árbitro Aníbal Carrión lo agarraba y lo llevaba hacia su esquina. 

El juego se detuvo por varios minutos y, según testigos, hubo algún tipo de agresión por parte de un fanático al oficial Carrión, algo que el apoderado Oscar Santiago entonces protestó como que se debía pitar una técnica a Arecibo por el incidente.

El apoderado de Arecibo Luis Monrouzeau llamó a la calma para que se pudiera terminar el partido. La paz duró solo un ratito más y Vassallo falló el segundo tiro libre, cediendo la victoria a Arecibo al Ponce no poder rematar con rebote ofensivo.

Pero a pesar del triunfo local, ahí vino el segundo asalto. Santiago saltó molesto de la silla y varios jugadores de Ponce asumieron postura de pelea mientras fanáticos de Arecibo comenzaron a lanzar objetos a la cancha. Para colmo de males, el gerente general de los Capitanes Ángel Edgardo García recibió un puño en el rostro por parte de un fanático y tuvo que ser restringido por seguridad del equipo para que no ripostara.

La velada terminó como el Rosario de la Aurora y se esperan fuertes sanciones a ambos equipos por el bochornoso incidente, que es el primero de gravedad en toda la temporada 2014.

El segundo juego de la serie está pautado a jugarse el domingo en Ponce a las 7:00 p.m.