En un proceso difícil de comprender, tal como presagian las cosas ahora mismo, el doradeño podría ganar ese día su pase a la inmortalidad en el museo del béisbol en Cooperstown, Nueva York.

Merecedor en el año 10 del pase que le fue negado en los previos nueve años.

Las razones de esa tardanza son harta conocidas. 

Durante gran parte de la década, muchos electores le negaron el voto por la estúpida teoría de que un bateador designado no merecía ese pase.

Sin embargo, desde el año pasado para acá, el respaldo hacia Martínez ha crecido, y todo esto en la coincidencia del retiro hace ya más de un año del potente designado David Ortiz, otro que muchos lo creen un seguro hall of famer, alias el ‘Big Papi’.

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Cuando Martínez analiza sus años en la boleta y la discusión del valor de ‘Big Papi’ para Cooperstown, este asegura que esa conversación en torno al Ortiz le ha ayudado a ambos.

“Creo que en parte la discusión de que ‘Big Papi’ merece ir al Salón de la Fama me ha ayudado a mí. Ha hecho que muchos electores vieran mis números”, dijo Martínez, quien considera que en torno a Ortiz no ha existido aparente cuestionamientos de su valor para Cooperstown como lo hubo sobre él por las amplias oportunidades y los números que puso el dominicano en juegos de postemporada.

Ahora bien, Martínez también cree que su caso ha ayudado a abrir el camino a para que Ortiz.

“Y tal vez lo que me ha tocado enfrentar a mí lo ha beneficiado a él”, dijo Martínez.