La Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente, además de ser un torneo competitivo en el que las organizaciones juegan para alzar un trofeo, es además una liga en que se trabaja en el desarrollo de peloteros jóvenes y en otros casos, sirve de termómetro para peloteros que buscan una nueva o última oportunidad, o que se están rehabilitando.

Aunque hay decenas de ejemplos, en el mismo estadio  el lunes había tres casos de este tipo en el partido  entre los Criollos de Caguas y los Indios de Mayagüez: Chris Heisey y Deven Marrero, de los Indios, y Brandon Guyer, de  Caguas.

Los tres tienen experiencia de Grandes Ligas y cada uno tiene sus razones para estar aquí.

Guyer, de 33 años, tiene siete campañas de experiencia en las Grandes Ligas con los Rays de Tampa Bay y los Indios de Cleveland. En el 2019 firmó un contrato con los Medias Blancas de Chicago.

“Pero me lastimé el codo en ‘spring training’, así que fui a Triple A. Pero me tuvieron que operar del codo y perdí todo el año. Pero ya estoy saludable y jugando aquí, así que me siento bien”, dijo Guyer en el clubhouse de los Criollos en el Hiram Bithorn.

“Estoy poniéndome ‘ready’ porque perdí todo el año. Quiero demostrarle a los equipos que estoy saludable. Este es un gran equipo, me siento muy bien con ellos y espero que pasemos a los playoffs”, agregó el nativo de Pennsylvania,  que con Caguas ha pegado un hit en 11 turnos.    

En el caso Heisey, a los 35 años descubrió que todavía siente la pasión por entrar a un diamante de béisbol. Este tiene cinco temporadas con los Rojos de Cincinnati, incluyendo una de 18 jonrones, una con los Dodgers de Los Ángeles y dos con los Nacionales de Washington. Pero hace dos años que no jugaba béisbol.

“Este verano decidí que quería jugar otra vez. Este año no jugué. Hice un par de llamadas y unos cuantos coaches míos me conectaron con el excoach de lanzadores de este equipo, Hiram Burgos. El me texteó y me conectó con (el exdirigente Jesús) Feliciano y así fue que terminé aquí”, dijo Heisey, que suma dos hits en 19 turnos con la tribu. 

El también nativo de Pennsylvania, dijo que su objetivo es “enseñarle a los equipos que aún tengo el deseo y que quiero una oportunidad de jugar de nuevo el año que viene. Mi cuerpo se siente bien, mi ‘swing’ está cayendo en sitio y no estoy jugando tan bien como quisiera, pero antes de esto no había jugado en 21 meses”. 

Mientras que  Marrero se convirtió en agente libre  en octubre, luego de solo cinco partidos con los Marlins de Miami. Antes de eso, estuvo en las Mayores en 2018 con los Diamondbacks de Arizona y del 2015 al 2017 con Boston.

“Siempre me mantengo listo en esta época. Siempre había querido jugar aquí y me dijeron que necesitaban un jugador para la recta final. Y como estaba ‘ready’ vine”, dijo Marrero, nativo de Miami y de raíces cubanas.

“La meta principal es mantenerme en las Grandes Ligas. Llegar hasta allá es bueno, pero mantenerse es la mejor parte”, finalizó Marrero, que lleva de 8-0 en dos juegos.