SANTA ISABEL. En medio de las vicisitudes que perduran en la mayoría de los rincones de Puerto Rico por el paso del huracán María el pasado 20 de septiembre, el béisbol de Grandes Ligas fue el aliciente perfecto.

Para los ciudadanos de Santa Isabela, observar en la pantalla pequeña a uno de hijos predilectos celebrar el campeonato de Serie Mundial como integrante de los Astros de Houston, fue el remedio necesario para olvidar, aunque fuera durante unas horas, la realidad de que todavía no están disponibles los servicios de agua potable ni energía eléctrica.

Carlos Correa, del barrio Velázquez de Santa Isabel, coronó un año de ensueño. El pasado marzo ayudó al equipo de Puerto Rico alcanzar al subcampeonato del Clásico Mundial de Béisbol y, la noche del miércoles, alcanzó la cima con su primer trofeo de Serie Mundial.

“Siempre dijo que algún día iba a ganar una Serie Mundial y lo logró”, compartió Luis Alfonso Martínez, uno de los propietarios de la barbería Pro Masters AA, localizada a pasos de la Plaza Pública de San Isabel. Una de las paredes de este local está adornado con un enorme afiche que recoge el momento cuando el excomisionado de las Grandes Ligas, Bud Selig, le entregó la camisa de los Astros cuando fue seleccionado en el primer turno en el sorteo.

“Tiene dos firmas. Cuando fue escogido por los Astros y cuando ganó el premio de Novato del Año en el 2015. Solo falta la de ahora por haber ganado la Serie Mundial”, afirmó el barbero.

Martínez recibió en el local a las personas que deseaban arrimarse para observar el séptimo encuentro del Clásico de Otoño. Los Astros prevalecieron 5-1 para ganar la serie 4-3 sobre los Dodgers de Los Ángeles.

“Como pueblo, no la hemos pasado bien (desde el huracán María), pero gracias a él (Correa) tenemos un poco de alegría. Unió a la comunidad para ver los juegos y ahora lo vamos a celebrar”, sostuvo Martínez, quien resaltó que los sentimientos fueron distintos en comparación con el desempeño de Los Nuestros durante el pasado Clásico Mundial.

“Aquella vez era por Puerto Rico. Tenían ese nombre en el pecho y nos unieron como país. Todos estábamos con ellos, esta vez apoyamos a Carlos porque es de este pueblo, creció aquí y le gusta compartir con la gente. Es un orgullo para nosotros”, agregó.

A pesar de que el casco urbano de Santa Isabel cuenta con servicio eléctrico, el alcalde Enrique Questell Álvarez no hizo los arreglos en la Plaza para que los ciudadanos pudieran disfrutar el juego decisivo. Por ello, Billy Rodríguez, del barrio Jauca, hizo otros arreglos.

“Un vecino compró una antena, tenía un convertidor de corriente que conectó a una batería y luego a un televisor para ver el juego. Los pudimos ver completito. Lo gozamos todo”, dijo. “Sabíamos que iba a traer esa sortija de campeón para Puerto Rico y Santa Isabel”.

Para Adolfo Colón, el joven pelotero representa algo más que un símbolo para la región sur, también un ejemplo a seguir.

“Ha sido un muchacho humilde que ayudó al pueblo por el huracán. Envió cosas, es un buen hijo y me siento orgulloso. Es más, si no ganaba la Serie Mundial, me iba a sentir igual de orgulloso de él”, afirmó Colón.

“Carlos es bien querido por la gente. El que no conozca de Carlos Correa es porque no es de Santa Isabel”, concluyó.