Un altercado en medio de un partido preparatorio le saldrá caro a un dirigente y a un jugador de Pequeñas Ligas.

Ángel Herrera, quien dirigía a los Indians de San José el 20 septiembre cuando ocurrió el incidente, tendrá que cumplir con una suspensión de tres años y, además, su hijo Edgardo “Micha” Herrera quedó imposibilitado de manera indefinida de participar en cualquier capacidad en las Pequeñas Ligas.

Asimismo, el equipo Indians de San José no podrá utilizar su parque local por espacio de un año.

La controversia surgió durante la quinta entrada de un juego entre los Indians de San José y la novena Seven Baseball, Herrera cuestionó una determinación del árbitro Ángel Camacho Girón, quien determinó expulsar al dirigente. Herrera procedió, según el relato de Camacho, a parear cuerpo a cuerpo hasta chocar las viseras de ambos.

Relacionadas

Poco después, Edgardo Herrera entra al terreno y agrede por la espalda al árbitro, que cae al suelo. Eso desató agresiones adicionales contra los oficiales por parte de unos fanáticos.

Durante la vista administrativa que se llevó a cabo en el Departamento de Recreación y Deportes (DRD), las partes involucradas acudieron ante la presencia del licenciado José Loubriel Vázquez, quien fue el oficial examinador.

“Nuestro objetivo como árbitros no es buscar sanciones para los jugadores. Los árbitros son males necesarios porque somos los que velamos por el cumplimiento de los reglamentos, pero estamos conformes con la determinación”, sostuvo Ángel Camacho Rodríguez, padre del árbitro agredido que también estuvo laborando durante el juego.

Incluso, una señora entró el terreno con un bate en mano, presuntamente, con la intención de atentar contra Camacho Girón. Por ello, Loubriel Vázquez detalló en el informe que la Junta de Directores de Pequeñas Ligas deberá llevar a cabo los procedimientos y la aplicación de las medidas reglamentarias.