Alex Cora asegura que no tiene una vara mágica.

“No. Son los jugadores”, dijo el piloto novato de los Medias Rojas de Boston según una historia de The 

Associated Press. “Son talentosos. Nosotros solo tenemos la información y los colocamos en posiciones en las que sentimos pueden tener éxito. Pero ellos son quienes batean los jonrones y hacen las jugadas, y de hecho hacen lucir bien a los dirigentes. Eso es todo”.

Ahora bien,  por todos lados los análisis dicen lo contrario. 

En la calle, los fanáticos evalúan que gran parte del éxito de Boston en la Serie Mundial que al cierre de esta edición ayer jugaba su quinto partido es  responsabilidad del dirigente cagüeño y primer boricua que dirige en una Serie Mundial. 

La prensa escrita y televisiva que sigue la serie también ha discutido sus decisiones y le elogian por su atrevimiento.

Y en su círculo familiar y deportivo, la certeza de sus decisiones lo señalan a él.

Cuenta el cuñado de Cora, el pelotero y ahora coach en la organización de los Cachorros de Chicago, Jesús ‘Motorita’ Feliciano, que Alex le comenzó a dar forma a sus decisiones en la temporada libre

“El sábado en la noche, luego del juego, estuvimos hablando y él me decía del hambre que tienen sus peloteros. Yo lo paré y le dije que él creó eso, que esa hambre es gracias a lo que él ha hecho”, dijo Feliciano.

Cora sí ha dicho que su éxito con los Medias Rojas ha sido su relación abierta con los peloteros en un deporte en donde la tradición ha sido de tirar la raya entre jugadores y dirigente.

Dada esa relación, agregó Feliciano, las decisiones del dirigente boricua han sido mayormente correctas y tenían a Boston a ley de un triunfo anoche para ganar la Serie Mundial.

Adelante, analizamos algunas de esas decisiones mencionadas y discutidas por Cora en esta postemporada.

Prepara a sus jugadores 

Dicen que esta decisión define la magia que ha salido de la mano de Cora, y no es para dudarlo. Ocurrió en el primer juego de la Serie Mundial, en el que abrió el zurdo de los Dodgers, Clayton Kershaw. Cora obvió el sistema de platoon tradicional y, en tercera base, colocó al bateador zurdo Rafael Devers en lugar del derecho Eduardo Núñez. El propio Núñez contó luego que Cora le dijo previo al juego que los estadísticas le decían que los zurdos le estaban bateando mejor Kershaw que los propios derechos. Pero le agregó que estuviera listo por si tarde en el partido un relevista zurdo le lanzara a Devers. Dicho y hecho, Núñez fue llamado por Cora a batear de emergente por Devers en la séptima  para batear contra el zurdo relelevista Alex Wood y respondió con un jonrón de tres carreras. Por cierto, Cora tampoco falló con Devers, quien en ese juego dio sencillo, recibió una base por bolas e impulsó una carrera.

Confía en sus guerreros

Es de admirar la confianza que Cora tiene en el taponero Craig Kimbrel y Joe Kelly. Con el primero, causante de muchos dolores de pecho por lo problemas en que se mete antes de cerrar los juegos, Cora ni lo fue a visitar a la loma cuando se le llenaron las bases en el Yankee Stadium y ante Houston. Ambas veces, Kimbrel resolvió solo sus problemas. Y Kelly, que fue un coge palo (4.39 ERA) en la  regular y muchos decían que no debía hacer el roster de la postemporada, ha respondido con efectividad de 0.00 en cuatro apariciones y 5.1 entradas.

Echa mano a la data

El agente de Cora, Scott Boras, llama ‘Coralytics’  el proceso de análisis de  estadísticas que hace su cliente para tomar decisiones y ordenar estrategias. Para el tercer juego de la Serie Mundial, Cora y los Medias Rojas enfrentaron el reto de cómo abrirle un espacio en la alineación a  J.D. Martínez, su bateador designado, quien no podría jugar en la Liga Nacional salvo que fuera también a desempeñar defensa en el campo. Ese día  Cora eligió sentar al caliente Andrew Benintendi para abrirle espacio a Martínez. Muchos pensaron que Jackie Bradley Jr. debió ir al banco en vez de Benintendi. Pero Bradley Jr., quien acabó con los Astros en la Serie de Campeonato, respondió con un cuadrangular solitario que empató el partido a 1-1 en la octava entrada. 

Mientras, en el tercer partido la Serie Divisional ante los Yankees, Cora puso en el roster a Brock Holt por primera vez en la serie. Lo hizo sentando al experimentado Ian Kinsler, considerando que Holt es un gran pareo ante lanzamientos de velocidad como enfrentaban ese día. Y para hacerle quedar bien, Holt respondió bateando para el primer ciclo en la historia de la postemporada de las Grandes Ligas en la victoria 16-1.

Reta jugar por el libro 

No es nuevo. Pero la estrategia de Cora de usar a sus abridores como relevistas tarde en los partidos de postemporada han sido descritas como corajudas por la frecuencia con que lo ha hecho, y su efectividad. En el cuarto juego  de Serie de Campeonato ante los Yankees, Cora y los Medias Rojas ganaban 4-1 y boricua trajo a relevar en la octava entrada a su abridor del siguiente juego: Chris Sale, quien respondió con un 1-2-3 para dejar a los Yankees a ley de tres outs.  De hecho, Sale no tuvo que tirar al día siguiente porque la serie acabó tres outs luego de su relevo. Igual ha hecho en la postemporada con los abridores Rick Porcello, David Price y Nathan Eovaldi. Este último estuvo cerca de completar un heroico relevo en el tercer juego de la Serie Mundial al trabajar seis entradas de las 18 del partido. Esa decisión, de hecho, es la única cuestionada porque Boston perdió esa noche y Eovaldi a la larga no pudo iniciar el cuarto juego. Pero la suerte de Cora está tan de su lado que los Medias Rojas ganaron el quinto desafío.