
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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Miami, Florida. Holanda volvió a gozar de una buena actuación monticular de sus lanzadores, que apenas permitieron tres hits. Y, sin embargo, fue Venezuela quien salió del Dolphin Stadium con la victoria. La selección venezolana debutó con un triunfo en la inauguración de la segunda ronda del Clásico Mundial al vencer a Holanda por pizarra de 3-1, gracias a vuelacercas de Miguel Cabrera y José López, así como gran labor del iniciador Carlos Silva. Pero, lo que pasó sobre el terreno no fue lo único destacable del partido. La mayoría de los 17,345 aficionados –casi todos venezolanos- que se dieron cita al estadio miamense no perdieron oportunidad para abuchear inmisericordemente al jardinero izquierdo, Magglio Ordóñez, quien es un simpatizante del gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez. Cada vez que Ordóñez se paraba en la caja de bateo, los abucheos, silbidos y gritos como “¡Chavista, vete pa’Venezuela!” no se hacían esperar. La mayoría de los venezolanos en Miami, muestran su rechazo abierto al gobierno de Chávez y esta tarde, Ordóñez fue el blanco favorito de sus críticas. En la conferencia de prensa post juego, Ordóñez manifestó que se sentía “avergonzado” por el comportamiento de los aficionados de su país. “Cuando me abuchean a mí, abuchean al equipo y los jugadores no se lo merecen”, indicó el jugador de los Tigres de Detroit, quien en el pasado ha hecho campaña eleccionaria por Chávez. “Yo no soy Venezuela, Venezuela somos todos y nosotros estamos aquí para jugar béisbol y llevarle el título a Venezuela que tanto lo necesita”. En iguales terminos se expresó Silva, lanzador ganador del partido al completer siete entradas en las que apenas permitió una carrera y cuatro imparables. “Todos estamos con Magglio y le quiero decir a la fanaticada que ojalá no se repita lo de hoy y puedan venir a apoyarnos, respetando las diferencias ideológicas de cada cual, porque estamos jugando por un país”, destacó. De vuelta al partido, los holandeses volvieron a demostrar que si tuvieran, por lo menos, dos bateadores de Grandes Ligas, no habría quien los venciera, porque su pitcheo en los primeros cuatro juegos del Clásico ha lucido imponente. Esta tarde, el abridor de los holandeses, Sidney Ponson, dominó a la artillería venezolana, pero en las dos ocasiones que no pudo colocar bien sus lanzamientos, Endy Chávez le pegó un triple y Miguel Cabrera un enorme jonrón, justo los batazos que le costaron el partido.