El béisbol puertorriqueño se vistió de luto ayer con la partida de una de las figuras más recordadas de la época dorada de la pelota profesional: el lanzador peñolano Luis “Tite” Arroyo.

El recordado “Zurdo de Tallaboa” falleció ayer en Guayanilla a los 88 años debido a complicaciones de salud.

Además de haber jugado a nivel de las Grandes Ligas, Arroyo fue una de las principales estrellas de la pelota invernal boricua, en la que se destacó como jugador y dirigente.

Incluso, fue seleccionado hace dos años como uno de los mejores 75 jugadores en la historia de la liga profesional isleña.

“Tite venía todos los años a jugar aún siendo un estelar”, recordó el historiador y escritor de Béisbol, Jorge Colón Delgado.

“Año tras año vino a jugar y no tan solo fue un gran lanzador, sino que fue un gran dirigente. Fue lo que llamamos un hombre de béisbol en todo el sentido de la palabra”, manifestó Colón Delgado.

Según datos que guarda Colón Delgado, Arroyo jugó 19 temporadas en Puerto Rico: diez con los Senadores de San Juan y nueve con los Leones de Ponce.

Fue seleccionado como Jugador Más Valioso del torneo en la campaña 1960-61 y es uno de solo  cinco lanzadores con 100 victorias o más en la pelota invernal puertorriqueña.

Como si fuese poco, es uno de dos lanzadores que ganaron 10 o más juegos en tres décadas. El otro lo es el inolvidable Juan “Terín” Pizarro.

De por vida, Arroyo ocupa la tercera posición en victorias con 110 y en entradas lanzadas con 1,722 y 1/3. Además es el quinto en efectividad con 3.04 y quinto en ponchetes con 942.

Como dirigente, estuvo al frente de los Senadores en la campaña de 1962-63. En la campaña de 1965-66, al frente de los Leones de Ponce, fue escogido como Dirigente del Año. Los dirigió también en las temporadas de 1966-67 y 1967-68.

En la de 1968-69 estuvo al mando de los Criollos de Caguas.

En las Mayores, Arroyo debutó  en  1955 con los Cardenales de San Luis. En su carrera jugó además para los Piratas de Pittsburgh,  Rojos de Cincinnati y los Yankees de Nueva York.

En su año de debut compartió con  Víctor Pellot Power el honor de ser la primera dupla de  boricuas seleccionados a un Juego de Estrellas.

Pero el  año de más gloria de Arroyo fue con los Yankees en el 1961, cuando salvó 29 partidos para ser líder de la Americana.

En ocho años en las Mayores acumuló 40-32 y salvó 45 partidos con ERA de 3.93.

“El era muy querido en la organización de los Yankees y siempre lo invitaban a las actividades especiales. hay un crucero anual y él asistía a los viajes”, finalizó Delgado Colón.