Alex Cora rememora a su mentor Santos Alomar: “Impactó a cinco generaciones”
El piloto de los Red Sox asistió al velatorio del patriarca de la familia Alomar, con la que tiene un vínculo que transciende el terreno.
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Salinas. Alex Cora conoce de primera mano el dolor que atraviesan Roberto, Sandy y Sandia Alomar tras la muerte de su padre, Santos Alomar.
José Manuel “Macuco” Cora, progenitor del mánager de los Red Sox de Boston, falleció cuando Alex tenía apenas 13 años. A pesar de que no tuvo la oportunidad de compartir tanto tiempo con su papá como los hermanos Alomar, contó con figuras que lo guiaron en el camino, entre ellas Santos.
Cora fue dirigido por el patriarca de la familia Alomar durante su tiempo con los Criollos de Caguas en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC), pero su vínculo trascendió el terreno de juego. Y es que Santos se crió con “Macuco” durante la década de 1950 en Guayama, antes de que la familia Cora se mudara a Caguas y los Alomar partieran a Salinas.
“A su manera, si te pones a pensar, Santos impactó a cinco generaciones. Primero como jugador, segundo como coach, tercero como dirigente, cuarto como mentor y quinto como amigo. Creo que esa es la parte que todos nosotros respetamos de Santos”, expresó Cora durante el velatorio de Alomar en el Teatro de la Centenaria Escuela Luis Muñoz Rivera de Salinas, al que acudieron expeloteros como Carlos Delgado, Bernie Williams y Juan “Igor” González.
“Yo perdí a mi papá a los 13 años y era bien amigo de Santos. A través de los años, yo veía a ese señor con mi papá y como que le tenía un respeto. Sabía que esa persona era importante, pero como que le tenía miedo. Con el tiempo, cuando papi falleció, Santos se acercó más a nosotros. Algo que yo aprendí de Santos era que tenías que ser leal. A su manera, fue leal y marcó a cada uno de nosotros”, continuó.
El piloto de los Red Sox recordó a Alomar como una persona que siempre vestía bien, caminaba con orgullo y, al mismo tiempo, era humilde. Esa personalidad le ganó el cariño de su pueblo natal y Puerto Rico entero, pese a ser un pelotero y dirigente de renombre.
“La manera que te hablaba era fuerte, pero, a la misma vez, después te pasaba la mano y te explicaba el porqué de esa enseñanza. A lo mejor al principio tú lo cogías a mal, porque era como que duro, pero de repente te pasaba la mano y tú decías: ‘Coño, eso está bueno. Ahora sí me convenció’”, rememoró Cora.
“Era una persona transparente. Vivió orgulloso de sus hijos y de su hija, y siempre te lo dejaba saber… No hay mucho que podamos hacer ahora mismo, pero lo que podemos hacer es disfrutar de las historias y la vida de Santos. Impactó mi vida de una manera única. Como les dije, yo perdí a mi padre a los 13 años y estaba bien molesto con la vida por eso, pero, con el tiempo, aprendí que tenía que ser agradecido porque ‘Macuco’ fue parte de mi vida. Ahora mismo todos nosotros estamos agradecidos de que Santos Alomar estuvo en este mundo por 81 años y nos impactó a cada uno de nosotros”, concluyó.
Alomar nació en el pueblo de Salinas en 1943. Debutó en las Mayores en 1964 con los Braves de Milwaukee y fue parte del equipo cuando se mudó a Atlanta, ciudad donde todavía juega la organización. Pero, además de los Braves, también vistió los uniformes de los Mets de Nueva York, White Sox de Chicago, Angels de California, Yankees de Nueva York y Rangers de Texas.
Una vez se retiró como jugador, inició una nueva etapa en su carrera como dirigente y trabajó con franquicias como los Mets, Cubs de Chicago, Rockies de Colorado y Padres de San Diego. También dirigió en la Liga de Béisbol Profesional Roberto Clemente (LBPRC) a Ponce, Caguas, Santurce y San Juan. Además, fue el mánager del primer equipo de Puerto Rico con peloteros profesionales en un torneo avalado por la Federación Internacional de Béisbol celebrado en Panamá.
Los servicios, a cargo de la Funeraria El Roble, se reanudarán el viernes a las 9:00 a.m., y el cortejo fúnebre partirá a las 12:00 p.m. hacia el Cementerio Municipal de Salinas.