Para conocer la grandeza de Yadier Molina a lo largo de su exitosa carrera de Grandes Ligas, solo hay que mirar esta increíble estadística.

Desde que el doradeño de 38 años debutó en las Mayores en 2004 con los Cardinales de San Luis, la novena es la menos que permite bases robadas en un periodo de 16 años con 847 almohadillas estafadas.

Le sigue en una distante segunda posición los Diamondbacks de Arizona con 1,250 bases robadas, y los Reds de Cincinnati en el tercer puesto con 1,307.

El dato fue destacado por el portal dedicado a los Cardinals Viva el Birdos y luego reseñado por múltiples portales dedicados a MLB. Danny Vietti, de CBS Sports, llamó la estadística “El efecto Yadier Molina”

Todo el análisis resurgió luego de que una jugada de Molina el pasado domingo se convirtió viral en las redes sociales al retar al novato de los Astros de Houston José Siri a robarse la segunda base luego de que el dominicano le hiciera una señal desde la inicial de que no podía sacarlo fuera. Siri aprendió que no se puede retar el brazo y la astucia del apodado “marciano”.

Molina es considerado uno de los mejores receptores de su generación y un futuro candidato del Salón de la Fama del Béisbol. Suma nueve Guantes de Oro en su carrera. En cuatro ocasiones de sus 17 temporadas, lideró el porcentaje de corredores fusilados en intento de robo, con su mayor por ciento registrado en 2004 con un 64. En la temporada acortada de 2020, tuvo un 45 por ciento.

Otro impresionante dato: de todos los cátchers activos entre 2005 a 2020, Molina es el receptor que más corredores ha sacado fuera con 342 en 842 oportunidades para un 40.14 por ciento en 1,940 partidos. Es seguido por el venezolano Salvador Pérez (Royals) y el retirado japonés Kenji Johijma.

A principios de febrero, Molina estampó su firma en un contrato de un año y $9 millones para regresar a los Cardinals, equipo con el que ganó la Serie Mundial en 2006 y 2011.