El pelotero boricua Ángel Pagán estaba de lo más bien, en la caja del bateo, listo y dispuesto a anotar. Con lo que no contaba era con que se le caería el chicle que masticaba. Ahí fue que casi se formó.

Ayer, en el partido donde se enfrentaban los Padres de San Diego y los Gigantes de San Francisco, ya en la entrada número 12 donde el juego aún estaba en cero, a Pagán se le cayó el chicle que masticaba. De inmediato, lo tomó del campo y lo lanzó un poco más atrás de la base, cayendo en los pies del receptor Derek Norris.

No se sabe si fue que le dio asco, pero Norris se molestó y pateó hacia atrás el dichoso chicle, al tiempo que comenzó a decirle algunas cosas a Pagán.

Este, ni corto ni perezoso, le ripostó los comentarios y se enfrascaron en una discusión que provocó que el árbitro detuviera el juego por un momento.

Nada, los Gigantes derrotaron a los Padres 1-0. Así que Pagán se llevó la victoria pero se quedó sin chicle.