Apostar sigue siendo el mayor pecado en MLB tras el “perdón” a Pete Rose y Shoeless Joe Jackson
La integridad del juego está más vigilada que nunca.

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Hace más de 100 años que Shoeless Joe Jackson fue uno de los ocho jugadores de los Black Sox expulsados del béisbol por amañar la Serie Mundial de 1919. Han pasado más de 35 años desde que Pete Rose sufrió el mismo destino tras apostar en el deporte como jugador y manager de los Reds de Cincinnati a mediados de la década de 1980.
Por eso, cuando el comisionado de béisbol Rob Manfred readmitió a ambos jugadores el martes, haciéndolos elegibles para el Salón de la Fama del deporte, podría parecer que el béisbol suaviza su postura en la era moderna de las apuestas deportivas omnipresentes. Después de todo, una gran parte de los estadounidenses puede hacer apuestas legales en casas de apuestas relucientes o incluso mientras están sentados en su sofá usando su teléfono celular.
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Eso sería una mala interpretación de la situación.
Si acaso, la integridad del juego es aún más importante, y está más estrictamente vigilada, que nunca. Apostar en béisbol sigue siendo tan tabú como lo era en 1919.
Rose y Jackson podrán recibir algunos honores póstumos después de que sus carreras se vieran empañadas por sus respectivos escándalos de apuestas, pero el daño a sus reputaciones ya está hecho. Manfred cambió la política de la liga sobre la inelegibilidad permanente, diciendo que cualquier prohibición expiraría al morir, un cambio que afecta a 17 exjugadores, entrenadores y propietarios.

Bajo las reglas actuales del Salón de la Fama, lo más pronto que Rose o Jackson podrían ser exaltados al museo de Cooperstown sería en 2028.
“Obviamente, una persona que ya no está con nosotros no puede representar una amenaza para la integridad del juego. Además, es difícil concebir una penalización que tenga más efecto disuasorio que una que dure toda la vida sin indulto”, dijo Manfred en su anuncio el martes.
La oficina de Manfred sigue siendo estricta con los jugadores actuales atrapados apostando en béisbol. Tucupita Marcando, infielder venezolano de los Padres de San Diego fue expulsado permanentemente en 2024 por apostar en el deporte, mientras que otros cuatro fueron suspendidos por un año, aunque los cuatro —que hicieron sus apuestas como jugadores de ligas menores— apostaron menos de $1,000.
Marcano fue el primer jugador activo en un siglo expulsado de por vida por apuestas.
Si acaso, la facilidad de las apuestas deportivas ha elevado el nivel de vigilancia, con la MLB asociándose con empresas de apuestas para detectar apuestas sospechosas.
El árbitro Pat Hoberg fue despedido por compartir cuentas de apuestas deportivas con un amigo que apostó en béisbol. Ippei Mizuhara, el exintérprete de la estrella japonesa Shohei Ohtani, fue sentenciado a casi cinco años de prisión después de robar casi $17 millones de la cuenta bancaria del jugador de los Dodgers de Los Ángeles, en parte para cubrir deudas de apuestas ilegales.
“La estricta aplicación de las reglas y políticas de las Grandes Ligas de Béisbol que rigen la conducta de apuestas es un componente crítico para mantener nuestra prioridad más importante: proteger la integridad de nuestros juegos para los fanáticos”, dijo Manfred al suspender a Marcano. La prohibición de larga data contra las apuestas en juegos de las Grandes Ligas de Béisbol por parte de aquellos en el deporte ha sido un principio fundamental durante más de un siglo".
Algunos están preocupados de que esta resolución para Rose y Jackson ponga en peligro la integridad del deporte. La prohibición de Rose fue firmada por el entonces comisionado A. Bartlett Giamatti, y su hijo, Marcus, dijo el martes que estaba “increíblemente decepcionado” por la decisión de Manfred. Lo llamó “un día muy oscuro para el béisbol, el país y los fanáticos.”
“Sin integridad, el juego de béisbol dejará de existir”, dijo. “Sin integridad, ¿cómo podrán los fanáticos confiar alguna vez en la pureza del juego mismo? Una pureza construida sobre el principio del juego limpio.”
Para otros, la yuxtaposición de la indulgencia póstuma de Manfred para Rose y Jackson y la severidad del castigo de Marcano pareció encontrar el equilibrio correcto.
“Siempre he mantenido que creo que debería haber estado en el Salón de la Fama hace mucho tiempo”, indicó Aaron Boone, mánager de los Yankees de Nueva York. “Nuevamente, sin descontar lo que sucedió y lo serio que creo que es, y tal vez cómo eso debería haber afectado estar con el club y todas esas cosas”.
“Pero cuando se trataba del Salón de la Fama, me parecía bastante simple que siempre debería haber estado allí”, añadió.
Es una postura que ha encontrado una creciente popularidad a lo largo de los años. Rose tuvo una de las carreras más productivas en la historia de MLB, y su apodo “Charlie Hustle” encarnaba gran parte de lo que lo hizo un jugador popular y exitoso. Fue 17 veces All-Star y tiene récords de hits (4.256), juegos (3.562), turnos al bate (14.053), apariciones en el plato (15.890) y sencillos (3.215).
Fue el Novato del Año de la Liga Nacional en 1963, MVP en 1973 y MVP de la Serie Mundial en 1975, y tres veces campeón de bateo de la Liga Nacional.
“Felicitaciones a la familia de Pete, sus compañeros de equipo, así como a sus seguidores que han esperado muchos años por esta oportunidad de consideración”, dijo Mike Schmidt, el legendario tercera base de los Filis de Filadelfia y miembro del Salón de la Fama. Schmidt escribió una columna para la AP en 2013 abogando por la readmisión de Rose.
Jackson bateó para .356 en su carrera y fue una de las primeras superestrellas del juego. Murió en 1951, pero sigue siendo uno de los nombres más reconocibles del béisbol en parte por su representación por Ray Liotta en Field of Dreams, la película de 1989.
Ahora ambos jugadores podrían ser honrados en Cooperstown para finales de la década.
Esta rama de olivo es una buena noticia para muchos fanáticos del béisbol, pero apostar en el deporte sigue siendo uno de sus pecados capitales, incluso si hacer una apuesta es más fácil que nunca.
“Trabajar toda tu vida para llegar a las Grandes Ligas en cualquier rol y luego perder eso por apuestas deportivas o juegos de azar, es una gran penalización”, dijo Manfred. “Realmente, verdaderamente creo que estamos en una mejor posición para saber lo que está pasando hoy que en los viejos tiempos donde todo era ilegal”.