Atlanta. Los Astros de Houston tuvieron múltiples turnos de calidad con el bate y atacaron en grande, con paciencia, pero como están acostumbrados, sin cesar.

Sin embargo, no fue un batazo grande, ni siquiera un batazo, el que fue descrito por uno de los protagonistas de la noche como el turno más grande e importante para el triunfo que tiene a los Astros con vida en la Serie Mundial.

“El de Maldonado fue el turno del inning y de la victoria para nosotros”, dijo el venezolano Marwin González, quien entró como emergente exactamente después de que el receptor boricua Martín Maldonado llegó a la caja con las bases llenas y se agenció un boleto gratis en un gran turno contra el zurdo de Atlanta A.J. Minter en la quinta entrada, para empatar el marcador 5-5 y mantener vivo el inning.

Entonces con las bases llenas aún, González produjo luego de fallar en dos partidos anteriores como emergente en la Serie Mundial. Un sencillo al bosque de la izquierda trajo dos anotaciones más que quebraron el último empate y los Astros no miraron atrás en el resto de la ruta.

“Yo había tenido dos turnos (en la Serie) y no es fácil salir del dugout como emergente y dar un hit. Ya es difícil para los que están jugando, no te puedes imaginar para los que vienen de la banca y hacer lo que quieres, que es dar un hit. Y más en este día”, agregó González durante la conferencia de prensa posterior al partido.

Maldonado estaba a su lado y todo lo que escuchó fue elogios tanto de González como de su compatriota boricua Carlos Correa, quien se unió luego en el salón de conferencias y también alabó el trabajo del receptor.

Maldonado, quien llegó al partido bateando apenas .098 con dos carreras empujadas, se lució en la caja bateando de 4-1 con tres carreras remolcadas y de varias maneras. Empujó con un elevado de sacrificio la segunda anotación para acercar 4-2 a Houston en la segunda entrada. Luego en la quinta recibió el boleto en cuestión que empujó la del empate 5-5, y en la séptima añadió su primer batazo limpido de la noche, un hit que puso el marcador 8-5.

“Yo creo que uno siempre trata de aportar, siempre y cuando tenga la oportunidad de tratar de ayudar al equipo a ganar. Y no es tanto lo que yo aporté, es lo que hicimos el equipo completo para salir airosos, tratar de llevar la serie a casa, que era lo que más queríamos y mantenernos un juego a la vez”, respondió Maldonado al preguntárselo sobre sus tres importantes turnos en la caja de bateo.

Carlos Correa celebra el triunfo que salvó la vida de los Astros el domingo.
Carlos Correa celebra el triunfo que salvó la vida de los Astros el domingo. (Ram—n "Tonito" Zayas)

Maldonado bateó de 3-1 con tres impulsadas y Correa se fue de 5-3 con dos empujadas más, para entre ambos llevar al plato cinco de las nueve de su equipo.

Y el campocorto santaisabelino también elogió el trabajo ofensivo del domingo de parte de su compañero.

“Maldi es un tipo del que hemos hablado sobre lo grande que es llamando juegos. Pero es un muchacho que hace su trabajo en la jaula y trabaja todos los días. Se preocupa por este equipo, se preocupa por su bateo. Y hace las cosas simples, como el elevado de sacrificio que mencionaron”, resaltó Correa.

Alex Bregman llega a la banca luego de marcar una carrera.
Alex Bregman llega a la banca luego de marcar una carrera. (Ram—n "Tonito" Zayas)

Los Braves, por su lado, se mostraron desilusionados de no poder cerrar la serie en su casa y celebrar el primer título de Serie Mundial de Atlanta desde 1995. Tendrán que esperar al menos hasta el martes.

“Ellos (los Astros) no van a quitarse. Nosotros estamos jugando por todos, y por los sueños que tenemos desde niños. Pero no va a ser fácil. Tenemos día libre mañana, día de viaje, vamos a pasar la página y volver”, declaró Adam Duvall, cuyo jonrón con las bases llenas en la primera entrada le dio ventaja a Atlanta de 4-0, pero no sirvió de mucho.