Tampa. A horas de que se abran los campos primaverales de las Grandes Ligas y comience a ejercer su función como dirigente de los Azulejos de Toronto ante el ojo público, el boricua Charlie Montoyo asegura que no siente algún tipo de presión diferente a la que sintió cada año en sus previas posiciones como mentor de equipos en liga menor. 

Lo que es más importante, tampoco siente una presión extra por hacer su debut en las Mayores en la secuela del exitoso y brillante debut que tuvo el también isleño, Alex Cora, el año pasado al mando de los Medias Rojas de Boston.

“Como puertorriqueño estoy bien orgulloso de todo lo que logró Alex Cora y déjame decirte que, aún en medio de la Serie Mundial, de las primeras personas que me llamó a felicitarme y hablar de esa experiencia fue Alex Cora. La presión es la misma de todo dirigente de las Grandes Ligas, pero el año de Alex no nos pone más presión pues son circunstancias distintas”, dijo Montoyo en una reciente conversación con Primera Hora.

Desde que fue nombrado dirigente de los Azulejos en octubre pasado, Montoyo se la ha  pasado trabajando para la temporada, con continuos viajes entre su residencia en Arizona, hacia Toronto, Canadá, al centro de entrenamiento en Dunnedin, Florida, y otros viajes  como el que hizo hacia República Dominicana para conversar con el hijo del miembro del Salón de la Fama, Vladimir Guerrero.

En todo, Montoyo dice que la falta de unas verdaderas vacaciones como regularmente acostumbre en los inviernos no ha sido algo pesado, toda vez que aún sigue emocionado por su nombramiento. 

De hecho, el nativo del pueblo de Florida  indicó que ya ni recuerda el día en el que comenzó a trabajar, ni el día exacto en el que fue nombrado dirigente.

“La madre mía se recuerda clarito”, dijo riendo Montoyo.“Pero es cierto, ella es mi mejor fanática”.

El camino de Montoyo hacia la posición no ha sido corto. 

En total trabajó durante 22 años en liga menor y como coach en las Grandes Ligas para finalmente recibir la oportunidad que le extendieron los Azulejos. Montoyo tuvo su primera oportunidad dirigiendo en el 1997 con el equipo de Princeton West Virginia en la Rookie League de los Devil Rays de Tampa Bay, como se llamaban entonces. Ya en 1998 estaba dirigiendo el equipo de Hudson Valley en la Clase A y ganó su primer campeonato. Posterior a eso siguió escalando posiciones hasta ser asignado a dirigir a los Durham Bulls del nivel Triple A de los Rays, logrando ganar el premio Dirigente del Año en las temporadas de 2009, 2010 y 2013. Y luego fue dirigente del banco de los Rays en las Mayores hasta su nombramiento en Toronto.

Sobre si esa experiencia en las menores ayudó a su nombramiento en Toronto, Montoyo reconoció que “podría ser, pero no te lo aseguro”.  

“Sinceramente no sé las razones de por qué me dieron el trabajo. Puede haber sido eso. Pero para mí la clave fue la entrevista. Duró cuatro días. El domingo comenzó el trabajo con una llamada con el gerente, al otro día todo el día con las diferentes partes del equipo, los analíticos, el ‘front office’, y el martes volé para Toronto para más entrevistas, cenas con el gerente y el presidente, y el miércoles, luego de otra reunión regresé y entonces recibí más llamadas. Ya entonces ese jueves fue que me llamaron para decirme que era mío el trabajo”, recordó Montoyo.  

Ya vivido todo eso, ahora el también exjugador está a dos semanas de ponerse el uniforme y salir al terreno de entrenamiento a hacer lo que mejor saber hacer: dirigir y desarrollar prospectos, tal como lo hizo con figuras como Evan Longoria y David Price en Triple A de los Rays. En Toronto, por su parte, trabajará con talentos tales como el de Guerrero Jr. y el de Bo Bichette, este último hijo del también exgrandesligas Dante Bichette.

Mirando atrás hacia su formación y su gran capacidad para trabajar con talento joven, Montoyo considera que sus profesores en la liga de Puerto Rico le dieron la base para lograr el éxito que ha tenido.

“En varios de mis años de jugador con Mayagüez aprendí mucho de Tom Gamboa. Era una enciclopedia dirigiendo. El otro fue Mako. Cuando yo dirigí en Doble A en el béisbol  organizado (Montgomery),  Mako Oliveras fue mi coach de bateo y fue uno de mis mejores años. Tu sabes cómo es Mako, él te dice las cosas como son y en medio de esa temporada Mako me dijo:‘Charlie ya tú estás listo para dirigir allá arriba’.   Y viniendo de Mako eso son palabras mayores que significaron mucho para mí.  De hecho, ese año 2006 quedamos campeones en la liga”, recordó Montoyo.

Ya pronto todo ese cúmulo de experiencias comenzarán a dejarse sentir en Toronto.

Montoyo ayer se reportó a Dunnedin y mañana es la primera fecha en la que deben reportarse los lanzadores y receptores.