El Clásico Mundial de Béisbol del 2023 ya está listo para ser archivado en la historia del béisbol mundial. Y cerró de una forma brillante, con un enfrentamiento histórico entre los dos jugadores considerados en la actualidad como los mejores del mundo cuando el lanzador japonés Shohei Ohtani enfrentó al jardinero estadounidense Mike Trout con el juego en la línea.

Era una historia que todo guionista hubiera escrito. El juego en la línea y los compañeros de los Angels de Los Ángeles en las Grandes Ligas enfrentándose en el turno decisivo. Y se dio. Y Ohtani fue el ganador del duelo, ponchando a Trout para asegurar la victoria de Japón sobre Estados Unidos por final 3-2.

Sencillamente, uno de los dos tenía que ganar. O Trout dando de jonrón para empatar el juego o Ohtani ponchando para sellar la victoria. Y así fue el final. Y esa una de varias historias significativas, especiales, que se deberán recordar con el paso de los años para celebrar la grandeza del béisbol.

A continuación algunas otras... y tome nota, no necesariamente tienen que ver con logros puramente estadísticos o resultados de juego.

Electricista checo ponchó a Ohtani

Esta historia es maravillosa. Resulta que durante la acción de la primera ronda del torneo en Tokio, Japón, la novena de Ohtani jugó ante la República Checa. Y resulta que en el partido los checos, que no son muy conocidos como jugadores de béisbol, enviaron a la lomita a lanzar a uno de sus atletas quien a diario ejerce labores como electricista. Esto porque la gran mayoría de sus jugadores no se pueden dedicar a tiempo completo al deporte.

Bueno pues resulta que el electricista, Ondrej Satoria, ponchó nada más y nada menos que a Ohtani, el Jugador Más Valioso del Clásico Mundial en el 2023.

Sin dudas será el momento más grande de su carrera. Y lo recordará siempre porque después del partido Ohtani se le acercó para felicitarlo y le pidió una jersey al derecho, la que el europeo se la dio firmada por él y cada uno de sus compañeros.

Grande Ohtani y su humildad.

Nicaragüense firmó contrato luego de ponchar a tres estrellas dominicanas

Duque Hebbert convirtió la labor en una entrada en el Clásico Mundial de béisbol en un contrato.

El lanzador nicaragüense de 21 años lanzó una súper entrada en el duelo ante República Dominicana cuando en el noveno episodio ponchó a Juan Soto, Julio Rodríguez y Rafael Devers, un trío de temibles toleteros con cartel “All-Star” en las Grandes Ligas. Su actuación impresionó suficientemente a los Tigres de Detroit que le ofrecieron a Hebbert un contrato de ligas menores tras el partido.

Después de ponchar a Soto y Rodríguez para iniciar la entrada, Hebbert permitió un doble a Manny Machado, quien también conectó un jonrón en el partido. Hebbert ponchó a Devers con un cambio de velocidad inmediatamente después.

“Extraordinario”, indicó el mánager de Nicaragua Sandor Guido. “Esa fue una de las partes positivas del juego.... El muchachito es de nuestra selección Sub23. Mostró temple. Demuestra que, si se llega con hambre, ganas y corazón, se pueden hacer cosas nuevas”.

Lars Nootbaar hace su gesticulación luego de conectar un hit en el partido de primera ronda ante la República Checa.
Lars Nootbaar hace su gesticulación luego de conectar un hit en el partido de primera ronda ante la República Checa. (The Associated Press)

Lars Nootbar impacta el béisbol de Japón

Esta es otra llamativa vivencia. En quinto Clásico Mundial se convirtió en el primero en la historia en el que Japón llevó al torneo a un jugador no nacido en su país dentro del su elenco. El pelotero fue Lars Nootbar, un pelotero estadounidense de ascendencia japonesa que juega en las Grandes Ligas con los Cardinals de San Luis.

Reclutado para el equipo, éste se convirtió inmediatamente en alguien bien popular por su estilo de juego. Y sobre todo, por un gesto que hace cuando realiza buenas jugadas, uno que ha hecho también en San Luis, donde mueve sus manos como su estuviera moliendo pimienta para un plato. Esto es representación del pelotero que muele esfuerzos para hacer buenas cosas en el terreno.

Pues resulta que su gesto pegó en Japón. Y resultado que jovencitos de escuela superior comenzarlo a hacerlos en sus juegos de béisbol, unos que se siguen en televisión en Japón. Pero lamentablemente el gesto no cayó bien entre los más conservadores en Japón y le prohibieron a los jugadores a hacer el gesto.

El gesto también lo están haciendo jugadores de otros deportes como los de fútbol.

Sucede que la Federación de Béisbol en Japón ha promovido que el béisbol se juegue conforme a la tradición, respetando al rival y sin hacer mucha celebración.

Sin embargo, luce que la importación de Nootbar y la nueva ola del béisbol de América, en el que ahora se promueve que los jóvenes y niños disfruten el juego, ha comenzado a germinar en Japón.

Lanzador japonés visitó a pelotero al que le dio un pelotazo

Esta es otra historia fuera de lo típico. Resulta que el juvenil lanzador japonés Roki Sasaki, considerando el próximo fenómeno de Japón que llegará a las Grandes Ligas, le pegó un pelotazo al guardabosque de la República Checa, William Escala. Y lo hizo con un lanzamiento que superó las 100 millas por horas.

Como ya dijimos antes, los jugadores de la República Checa en su mayoría son gente común que juegan pelota pero que a diario ejercen otras profesiones. Por lo tanto, de seguro no ven muchos lanzamiento de sobre 100 millas por horas a menudo.

Roki Sasaki, de 21 años, abanicó a ocho bateadores ante República Checa.
Roki Sasaki, de 21 años, abanicó a ocho bateadores ante República Checa. (Eugene Hoshiko)

Así que Sasaki reconoció que su acto, aunque no fue a propósito, podía ser visto como un abuso. Por eso, al día siguiente acudió al hotel donde se hospedaban los checos para excusarse, y como muestra le llevó dos bolsas gigantes llenas de dulces japoneses además de una bola firmada

Así son los japoneses. Siempre respetuosos.