Nota del editor: Con motivo del 50 Aniversario del hit 3,000 del Astro Boricua, esta semana te presentamos una serie de historias que contextualizan ese gran logro deportivo y afirman como todavía hoy sigue siendo una gesta grande para la historia del deporte boricua.

Logo Roberto Clemente Nuestro Orgullo (Orlando Campero)
Logo Roberto Clemente Nuestro Orgullo (Orlando Campero) (Primera Hora)

La carrera y la vida de Roberto Clemente tienen momentos en que situaciones o decisiones redirigieron su camino en una forma como si el carolinense estuviese predeterminado a dejar un legado legendario en sus cortos 38 años de vida.

Uno de esos fue la decisión de los Pirates de Pittsburgh de quitárselo a los Dodgers de Brooklyn, quienes lo firmaron por $10,000 pero lo enviaron a las menores y no lo protegieron del sorteo de Regla 5, mecanismo mediante el cual Pittsburgh lo reclamó. Y el resto es historia.

El historiador, investigador y escritor de béisbol, Jorge Colón Delgado, opina que ese cambio de organización quizás fue lo mejor que le sucedió al Astro Boricua, porque si se hubiese quedado con Brooklyn, jamás hubiese conseguido arribar a la mítica cifra de 3,000 hits.

“Si a él no lo hubiesen bajado y se hubiese quedado en el equipo grande de los Dodgers, no hubiese tenido tiempo de juego”, manifestó Colón Delgado, recalcando que los jardines de Brooklyn estaban ya cubiertos por el cubano Sandy Amorós en el jardín izquierdo, Duke Snider en el central y Carl Furillo en el derecho. Además, Jackie Robinson jugaba tercera base y left field.

“Y Clemente estaba bien, bien inmaduro como jugador. Por eso uno ve que en AAA no bateó, y en sus primeros cinco años no tuvo una actuación destacada en las Mayores porque, a diferencia de muchos peloteros, él se desarrolló en Grandes Ligas”, opinó Colón Delgado.

En el roster de los Dodgers del 1954 coexistieron Roy Campanella, Gil Hodges, Tommy Lasorda, Pee Wee Reese, Robinson, Snider y Dick Williams, todos integrantes del Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown.

El entrevistado explicó que, por la cifra con que Brooklyn contrató a Clemente, debido a las reglas de la época, el equipo venía obligado a mantenerlo en el roster del equipo grande de inmediato y durante dos años. Pero Clemente fue enviado a la novena de AAA de Montreal, lo que le dejó expuesto al sorteo de Regla 5.

Néstor Duprey aparece aquí frente a una obra artística que muestra a Roberto Clemente como un ángel.
Néstor Duprey aparece aquí frente a una obra artística que muestra a Roberto Clemente como un ángel. (Carlos Giusti/Staff)

Según un artículo en MLB.com, el gerente general de los Pirates de Pittsburgh en aquel momento lo era nada más y nada menos que Branch Rickey, exgerente general de los Dodgers y quien tomó la decisión de contratar a Jackie Robinson y convertirlo en el primer afroamericano en jugar en Grandes Ligas. Este conocía muy bien el sistema de su antiguo equipo.

Y el historiador, profesor y escritor Néstor Duprey, autor del libro “Clemente: en la víspera de la gloria, recordó que el propio Robinson, le recomendó a los Dodgers retener a Clemente. Ambos jugaron en la novena de AAA de Montreal antes de que Robinson diera su salto histórico a las Grandes Ligas.

“Cuando lo reclama Pittsburgh en el 1954, debuta con los Pirates en 1955, y Pittsburgh era un equipo perennemente sotanero. Así que lo dejaron pensando en que no iban a llegar más abajo del sótano. Tuvieron la paciencia y Clemente se desarrolló hasta convertirse en quien fue”, agregó Colón Delgado.

“Con los Dodgers hubiese estados dos años arriba, porque tenía que estarlos (por regla), y no estaba capacitado para jugar Grandes Ligas. Hubiese visto muy poca acción”, agregó el historiador. “O sea que la carrera de Clemente fue perfecta en muchos aspectos. Fíjate que le tomó solamente 20 años dejar su gigantesco legado. El debutó en el 1952 con los Cangrejeros de Santurce y murió en el 1972″.

Roberto Clemente jugó toda su carrera en las Mayores con los Pirates. Sin embargo, su firma original fue con los Dodgers de Brooklyn, quienes retrasaron su llegada a las Grandes Ligas, lo que les hizo perder al pelotero cuando fue reclamado por Pittsburgh vía la Regla 5. Así recibió la oportunidad de jugar todos los días y desarrollar su juego, algo que tal vez no hubiera sucedido con los Dodgers.
Roberto Clemente jugó toda su carrera en las Mayores con los Pirates. Sin embargo, su firma original fue con los Dodgers de Brooklyn, quienes retrasaron su llegada a las Grandes Ligas, lo que les hizo perder al pelotero cuando fue reclamado por Pittsburgh vía la Regla 5. Así recibió la oportunidad de jugar todos los días y desarrollar su juego, algo que tal vez no hubiera sucedido con los Dodgers. (Luis Ramos/ Archivo Histórico El Nuevo Día)

Clemente ya daba pensamiento a un futuro en el béisbol como dirigente

Duprey piensa que, definitivamente, los Pirates se estaban preparando para que Clemente se convirtiera en dirigente.

“Los últimos dos años de su carrera, a pesar de que son los más que recordamos, por la Serie Mundial del 1971 y por el hit 3,000 en el 1972, son años en que Clemente reconoce que ya estaba viendo pasar sus mejores años como pelotero. Ya él estaba contemplando su retiro y ya pensaba en dirigir”, dijo Duprey.

De hecho, ya Clemente había dirigido en Doble A, dirigió a la selección de Puerto Rico y fue el piloto de los Senadores de San Juan en la liga invernal boricua.

“Yo creo que hubiese jugado uno o dos años más “, expresó Duprey. “Él había hablado con Joe Brown (gerente general de los Pirates). Clemente hubiese sido dirigente. Los Pirates se estaban preparando para que Clemente los dirigiera. Uno ve las señales. Pero la muerte de Clemente tronchó el proyecto”.

“El hubiese sido dirigente de los Pirates o de otro equipo. De hecho, los Yankees lo consideraron como dirigente. En el listado de posibles dirigentes negros dos de los principales candidatos lo eran Frank Robinson y Clemente. Y cuando los dos dirigen simultáneamente aquí, Robinson a Santurce y Clemente a San Juan, llaman tanto la atención de la prensa estadounidense. Primero porque eran dos glorias y segundo porque eran candidatos de primera línea para convertirse en el primer dirigente negro de las Grandes Ligas”.

Robinson ganó el campeonato con los Cangrejeros de Santurce en la campaña de 1970-71. Y años más tarde lo repitió. Y tras la desaparición de Clemente, Robinson se convirtió en el primer dirigente afroamericano de las Grandes Ligas cuando los Indios de Cleveland lo designaron en el 1975. Como dato curioso, su última experiencia como dirigente le trajo también a Puerto Rico cuando comandó a los Expos de Montreal en sus temporadas jugadas entre Puerto Rico y Canadá entre los años 2003 y 2004.