Cleveland. Ante una avalancha de jonrones que ha convencido a muchos lanzadores de que las pelotas de béisbol están alteradas, el comisionado de las Grandes Ligas Rob Manfred dijo el martes que el deporte no ha podido encontrar algún cambio en el proceso de fabricación.

Un reporte enviado en mayo de 2018 a las mayores por parte de profesores especializados en física, ingeniería mecánica, estadística y matemáticas concluyó que hubo menos resistencia en la pelota, lo que provocó más cuadrangulares. La MLB todavía no ha descubierto la razón y Manfred rechazó las acusaciones del abridor de la Liga Americana para el Juego de Estrellas, Justin Verlander, y de otros lanzadores de que las pelotas fueron alteradas deliberadamente.

“El béisbol no ha hecho nada, no ha dado una orden para una alteración en las pelotas”, comentó Manfred. “La falla más grande es esa lógica es que el béisbol quiere en cierta forma más jonrones. Si va a una reunión de propietarios y escucha a la gente hablar de la forma en la que se juega nuestro deporte, ese no es el sentimiento entre los propietarios para los que trabajo. No existe un deseo para aumentar el número de cuadrangulares en un juego. Al contrario, están preocupados de la gran cantidad que tenemos”.

Los bateadores han pegado 3,691 bambinazos en 1,345 juegos y están encaminados a registrar 6,668 en toda la temporada. Eso representaría un aumento del 19% respecto a los 5,558 del año pasado y del 9% de la cantidad récord de 6,105 en 2017 que superó la marca de la época de esteroides de 5,693 en el 2000.

“Los lanzadores han planteado inquietudes sobre la adherencia y costuras de la pelota, y creemos que eso podrían ser los problemas que están relacionados a su comportamiento y tratamos de controlarlo”, señaló el comisionado.

Manfred rechazó rotundamente las declaraciones sobre que las Grandes Ligas cambiaron la pelota para encender a la ofensiva.

“La manipulación de la pelota es una gran teoría de conspiración”, dijo Manfred. “Cómo manipulas un proceso de fabricación artesanal dominado por humanos de una manera consistente, es un ser humano más listo que yo”.

El director de la Asociación de Jugadores de Béisbol, Tony Clark, y ex primera base, dijo que algunos de los miembros del sindicato han enviado pelotas a la oficina del sindicato.

“La pelota cambió de repente y no sé por qué”, comentó. “Con algo que parece haber cambiado tan drásticamente como lo ha hecho, ¿dónde está eso, muchachos? ¿Cómo fueron representadas esas estadísticas? ¿Cómo se manifestaron en una conversación general para poder compararte con alguien?”

Clark y Verlander han cuestionado si las mayores han aumentado su participación en el proceso desde que Rawlings Sporting Goods Co. Inc _la fabricante_ fue adquirida el año pasado por Seidler Equity Partners. Peter Seidler, el socio general de los Padres de San Diego, era director de todas las actividades de dicha empresa. Además, Manfred dijo que las Grandes Ligas compraron una acción minoritaria de Rawlings como parte de la adquisición.

“Esa dinámica cambia la percepción y cambia la participación directa que se puede ofrecer respecto a esa pieza del equipo, y sucede que es una de las más importantes”, señaló Clark.

Por su parte, Manfred dijo que las ópticas no eran un problema porque la MLB ya sido transparente en cuanto a contratar científicos para investigar.

“Veo eso como algo positivo”, dijo de la compra. “Si no tuviéramos algo de control sobre la compañía que produce nuestras pelotas de béisbol y algo le pasa a esa compañía, estaríamos en una posición complicada”.

Rawlings fabrica las pelotas de las mayores en Costa Rica y luego las almacena en la ciudad de Washington, en Missouri, a una temperatura de 20 grados Celsius (70 grados Fahrenheit) y con un 50% de humedad. Todos los equipos las guardan a la misma temperatura, y Arizona y Colorado utilizan humidificadores para mantener la humedad al mismo nivel.

Las Grandes Ligas han pedido que se realicen pruebas para medir las costuras y el tamaño. Manfred dijo que si se encuentran las causas de una disminución en la resistencia, es posible que las especificaciones de las pelotas se modifiquen para disminuir la cantidad de jonrones.

“Sólo no hemos tomado una decisión sobre eso”, destacó. “Cambiar la pelota es un mecanismo por el cual podrías manejar la forma en la que se juega el deporte. No hemos perdido de vista esa idea. Pero si vamos a hacerlo, entonces lo haríamos en una forma que sea transparente con los medios y con los aficionados”.