
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
PUBLICIDAD
Arecibo. Anoche se cayeron los bates de los Lobos de Arecibo.
Pero no fue por falta de arsenal ofensivo en su plantilla, sino porque sus jugadores se fueron de brazos caídos ante el incumplimiento de pago por parte de la gerencia arecibeña, provocando así la suspensión del juego pautado ante los Gigantes de Carolina en el estadio Luis Rodríguez Olmo.
El partido fue reasignado para el 4 de enero como parte de una doble tanda en el estadio Roberto Clemente Walker de Carolina.
La determinación de no jugar anoche la tomaron los jugadores de los Lobos por votación unánime luego que algunos se reunieron con la gerencia del equipo, con el presidente de la Asociación de Jugadores, Michael Pérez, y con un funcionario del Municipio de Arecibo de nombre Carmelo Hernández.
El equipo de Arecibo esperaba una aportación económica de parte del Municipio de Arecibo con la que cubrirían la nómina atrasada. Incluso, Pérez dijo que el funcionario municipal prometió a los jugadores que podrían recoger su dinero a la 1:00 p.m. de hoy, pero los jugadores, molestos por el cúmulo de recientes promesas incumplidas, optaron por no tirarse al terreno.
“Los muchachos están molestos y con razón. Es la segunda vez que les fallan. Les habían prometido pagarles el viernes y no lo hicieron. Les dijeron que lunes y hoy (ayer) tampoco. Ahora es martes a la 1:00 p.m. Para mí es inaceptable que el mejor equipo de la liga esté pasando por esto. Pero yo tenía que hacerles la salvedad que el no jugar podría tener implicaciones legales para ellos”, dijo Pérez, quien estuvo acompañado en la reunión por los jugadores Jorge Padilla, Mickey Negrón, Edward Buzachero y Ben Grezlovski.
“Si ellos no juegan y el tenedor del equipo (Josué Vega) decide entregar el equipo a la liga, la liga podría hacerse cargo de su nómina de ahora en adelante, pero no de la nómina que dejaron de cobrar. Tenía que hacerlos conscientes de eso”, añadió Pérez.
Ni siquiera ese escenario hizo flaquear las rodillas de los jugadores, que hicieron saber su estado de ánimo desde un principio al no hacer las prácticas de bateo ni fildeo previas al juego, y muchos se quedaron vestidos de civil en el dugout.
“Todos nos sentimos muy enojados por esta situación. Hay deudas que pagar que se atrasan. Muchos tenemos familias y estamos en plena temporada navideña. La mayoría de los que estamos aquí vivimos de esto, de jugar pelota”, sostuvo el receptor René Rivera, quien fue uno de los pocos jugadores que hablaron del tema. “Ya en Caguas, el viernes, habíamos aceptado jugar sin haber cobrado. Luego pasó lo mismo el sábado y ahora lunes también nos fallaron. Sabemos las consecuencias legales de no jugar, pero algo tenemos que hacer”, agregó.
Sin embargo, los dos equipos acordaron pautar el juego para el 4 de enero como parte de una doble tanda y así evitar las implicaciones legales.
Los árbitros, por su parte, se allanaron a la decisión tomada por dirigentes de ambos equipos, Pat Kelly (Arecibo) y Dan Rohn (Carolina), conjuntamente con el presidente de la Puerto Rico Baseball League, Sadí Antonmattei, durante una conferencia telefónica en el camerino arecibeño.
“No tenemos nosotros la autorización de reasignar el juego a menos que haya sucedido algo con el terreno o haya llovido”, dijo el jefe de grupo de los oficiales, Damian Beal. “Nos acataremos a lo que los equipos decidan”.
Sin embargo, Arecibo logró una “salida airosa”, ya que Carolina también confrontaba problemas para jugar debido a que sus lanzadores Federico Báez y Agustín Marquetti tuvieron una sesión de bullpen bajo la premisa de que no habría juego. Cuando llegó el momento de decidir si se iba a jugar o no, Carolina indicó que no tenía lanzadores disponibles.
“Lo que sucedió fue que el coach Josué Espada le manifestó a Dan Rohn que los jugadores de Arecibo habían votado que no iban a jugar. Eso no era algo oficial aún, pero Carolina puso a sus lanzadores a tirar pensando que ya todo estaba decidido. A fin de cuentas, no se puede jugar y ambos equipos aceptaron jugar una doble tanda el 4 de enero”, dijo el gerente general de los Lobos, José “Pachy” Rodríguez, quien admitió que a los jugadores de Arecibo se les debe poco más de $80 mil por la quincena vencida.
“Ésta es una situación muy desafortunada y funesta para el béisbol, que necesita tanto de buena cobertura y no de estos problemas”, concluyó Cruz.

