Un grupo encabezado por el exgobernador de Florida, Jeb Bush, y el excapitán de los Yankees de Nueva York, Derek Jeter, ganó la subasta por el equipo de béisbol de los Marlins de Miami, de acuerdo con una persona con conocimiento en el asunto.

La persona pidió mantenerse en el anonimato porque el contrato de venta aún no se ha firmado. La fuente declinó revelar cuánto había pagado el grupo por el equipo, que es propiedad del comerciante de arte neoyorquino Jeff Loria. Tampoco se dijeron los nombres de las otras personas del grupo de inversionistas, aunque la red de donantes de Bush para su fallida campaña presidencial era bastante amplia.

Wayne Katz, abogado de Proskauer Rose que representa al equipo, y el portavoz de Major League Baseball, Pat Courtney, declinaron comentar sobre este asunto. El agente de Jeter no respondió a las llamadas en busca de comentarios.

Entre otros que aspiraban a comprar el equipo estaban Wayne Rothbaum, fundador de Quogue Capital LLC; y Tagg Romney, cofundador de Solamere Capital y cuyo equipo incluía al exlanzador Tom Glavine. Loria había estado cerca de lograr un acuerdo con la familia Kushner, relacionada por matrimonio con el presidente Donald Trump, pero no se concretó.

Loria compró el equipo en 2002 por $158 millones. Forbes dijo que la franquicia está valorada en $940 millones.

Cualquier cambio de dueño requiere la aprobación de MLB. Pero eso probablemente no sea un obstáculo para Bush, un excandidato presidencial cuyo hermano, el expresidente George W. Bush, fue propietario de los Rangers de Texas, ni para Jeter, un futuro miembro el Salón de la Fama y residente de Florida que ha dicho por años que quería ser dueño de un equipo de béisbol.

Con los Marlins, Bush y Jeter adquieren una franquicia con un estadio relativamente nuevo, el Marlins Park, que fue inaugurado en 2012. El equipo no ha podido ser consistente en atraer gran cantidad de público, jugando en esta temporada ante un promedio de 24,313 fanáticos, lo que coloca a los Marlins en la posición 24 entre los 30 equipos.

El equipo, que pierde dinero, podría lograr importantes beneficios. En primer lugar, el equipo busca un socio para los derechos de nombre de su estadio, que será sede del Juego de Estrellas en julio. Además, los ejecutivos del equipo han dicho que están explorando un contrato de televisión local revisado. El acuerdo actual con Fox expira tras la temporada de 2020, aunque puede ser renegociado. Según el Miami Herald, el equipo recibe unos $20 millones al año de Fox, la cifra más baja por un contrato televisivo en las Grandes Ligas.