Esta es la semana en la que oficialmente el béisbol de las Grandes Ligas sale de su receso invernal.

Luego de una atípica temporada abreviada en el 2020 de solamente 60 juegos, y todavía en el marco de la pandemia de coronavirus –lo que seguirá dictando gran parte de las reglas de seguridad–, los estados de Arizona y Florida, ambos entre los primeros 10 de en cifras de contagiados en Estados Unidos abren sus puertas a miles de peloteros que regresan a entrenar con la meta de celebrar 162 partidos en el 2021.

Y entre esos, habrá sobre 40 puertorriqueños, preliminarmente, participando de los campamentos junto con la novedad de jugadores con nuevos uniformes como Francisco Lindor con los Mets, Trevor Bauer con los Dodgers, George Springer y Marcus Semien con Toronto, Kike Hernández con Boston, y Nolan Arenado con San Luis junto a Yadier Molina. Los Padres de San Diego con Yu Darvish y Blake Snell, deben ser una de las principales atracciones.

Pero por segunda campaña al hilo, el coronavirus es el que manda.

Luego de que la Asociación de Jugadores de las Grandes Ligas (MLBPA, por sus siglas en inglés) rechazara retrasar los entrenamientos y el inicio de temporada, los protocolos, las reglas y los procedimientos indican que la pretemporada y temporada regular del 2021 serán casi idénticos a los del 2020, pero con un calendario de 162 juegos por equipo.

Por ejemplo, los doble juegos a siete entradas regresan, incluyendo la regla del corredor en segunda en entradas extra. Esta vez no habrá bateador designado y la postemporada volverá a ser de 10 equipos, aunque eso es algo que podría cambiar antes de que arranque la campaña el 1 de abril.

Los rosters primaverales tienen una capacidad de 75 jugadores, no habrá partidos de exhibición contra equipos universitarios y los entrenamientos de las ligas menores iniciarán una vez los equipos de las mayores se marchen.

Aunque los casos de infección con COVID se han reducido en Arizona de alrededor de 14,000 diarios a menos de 2,000, y en Florida de 19,000 a menos de 8,000, las medidas extremas para evitar contagio seguirán en efecto. Habrá público limitado, no se podrá pedir ni dar autógrafos, y los jugadores no pueden ingerir semillas de girasol ni felicitarse con los ‘high five’.

Los viajes de los equipos estarán limitados y los jugadores serán sometidos a entre tres y cuatro pruebas de COVID por semana, algo que probó ser una preocupación adicional sobre los peloteros la pasada campaña.

Los Mets de Nueva York son tal vez el equipo con más boricuas invitados a Spring Training con Lindor, Edwin ‘Sugar’ Díaz, Tomás Nido, Seth Lugo y Joneshwhy Fargas, mientras que Hernández y Christian Vázquez estarán en el de los Medias Rojas.

En el de Cleveland estarán el recién llegado Eddie Rosario y el receptor Roberto Pérez. Atlanta le hizo una invitación al receptor Jonathan Morales.

Los Astros estarán encabezados por Carlos Correa y el receptor Martín Maldonado, y en el de Minnesota José Berríos y el juvenil José Miranda estarán presente. Víctor Caratini se une a los Padres de San Diego y Heliot Ramos es invitado de los Gigantes de San Francisco. Con los Marlins de Miami estarán Isán Díaz y Brian Navarreto.

Los Reales incluyen a los boricuas M.J. Meléndez, Emmanuel Rivera y Gabriel Cancel entre su roster primaveral mientras que Alex Claudio se estrena con los Angels, Vimael Machín regresa con los Athletics de Oakland, Joe Jiménez con Detroit, y Jorge López con Baltimore.

Con los Rays de Tampa Bay estará el lanzador Yacksel Ríos, con los Cubs el estelar Javier Báez y el lanzador Duane Underwood Jr., José de León con los Reds, Mario Feliciano con Milwaukee, Michael Pérez con Pittsburgh, Edwin Ríos con los Dodgers, Mychal Givens con los Rockies, y Molina junto a Delvin Pérez en el campamento de los Cardinals de San Luis.