El jardinero guayamés explicó que el poder conversar con sus seguidores en inglés, y comunicarles lo que realmente siente, le ha dado una nueva confianza en sí mismo, de la cual mostró unas pizca el martes cuando pegó un cuadrangular con las bases llenas en un partido de los Mellizos ante Tampa Bay.

Y esa confianza, junta con ciertos ajustes, le ha dado un gran inicio primaveral al jardinero, de 27 años, lo que Rosario espera sea un adelanto de lo que sucederá durante la temporada regular.

“Es increíble porque (en el invierno) trabajé más en el físico. No me preocupé mucho por el bateo ni nada de eso. Como yo soy un bateador natural yo me dije que eso siempre ha estado ahí. La diferencia es que ya me siento más fuerte, con más energía y más flexibilidad”, manifestó Rosario vía telefónica desde Fort Myers.

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Rosario lleva nueve hits en los 18 turnos que ha consumido en seis partidos primaverales. Entre esos nueve inatrapables cuenta con tres dobles, dos jonrones y siete  remolcadas.

Ese potente ritmo era el que llevaba en el 2018 camino a los mejores números de su carrera hasta que una lesión del cuádriceps del muslo derecho le puso fin a su temporada, aunque igual consiguió acumular .288 con 161 hits, 24 jonrones, 31 dobles y 77 remolcadas. 

 Por ello, la temporada muerta del 2018 y la preparación para la primavera 2019 fueron diferentes.

“A principios me aguanté, esperando que sanara bien la lesión. En enero, empecé a trabajar fuerte y me sentí mejor poco a poco con las terapias que el equipo me dio y con el entrenamiento que tuve mejoré bastante. Cuando llegué a spring training, ya que había trabajado enero y principios de febrero, me encuentro con el entrenador de José Berríos (Josué Lionel). Dialogamos y empezamos a trabajar. Y cada día trabajando con él comencé a sentirme mucho mejor y encontré formas diferentes de sentir mi cuerpo más saludable y en mejor forma”, relató Rosario.

Con el bienestar de sentir un cuerpo saludable junto a la confianza ganada con los fanáticos, Rosario sigue trabajando poco a poco, concentrándose mayormente en su salud y sin números entre sus metas.

“El año pasado pensé en llegar a 200 hits, pero por la lesión no pude terminar. Sinceramente me concentro en mantenerme saludable. Yo sé que los números van a llegar solos. Pude demostrarlo el año pasado cuando iba camino a eso, y si no hubiese sido por las lesiones hubiese tenido mejores números. Pero mentalmente me enfoco más en estar saludable, comer bien y descansar bien para así estar ready para la mayor cantidad de juegos posible, porque mientras más juegos juegue más números se hacen”, indicó.

Y con sus números han contado y cuentan los Mellizos, que este año tienen un nuevo dirigente en la figura del exjugador Rocco Baldelli y que han agregado al equipo a bates importantes como Nelson Cruz, C.J. Cron y Marwin González, entre otros.

“Siento que el equipo está muy bien preparado. Yo me río porque soy el más chiquito y más flaco del lineup y soy el cuarto bate, pero se ve muy bien el equipo”, bromeó. “Todo el mundo está contento. Creo que vamos a estar en la batalla peleando para estar en los playoffs”.

Otro elemento diferente este año es la presencia de Baldelli, un exjugador de  37 años, quien fue seleccionado por la organización para sustituir al exdirigente e integrante del Salón de la Fama, Paul Molitor.

Como era de esperarse, la llegada de un nuevo dirigente crea un ambiente diferente, un cambio de cultura, y eso le ha agradado a Rosario.

“Baldelli es muy bueno. Lo más que me ha sorprendido es que él quiere que seas tú, que te sientas cómodo. Que juegues duro, pero en cuestión de otras cosas que nos prohibían, nos ha dado más libertad”, indicó.

“Conmigo la comunicación ha sido muy buena y desde el primer día lo vi muy emocionado de  trabajar conmigo y con Berríos. Y hasta el momento todo está súper bien”, agregó.

Con todo en su lugar hasta el momento, a Rosario no le queda más que hacer a diario lo que sabe hacer... y seguir practicando su inglés para sentir el calor de sus fanáticos.

“Tengo tres hijos. Mis dos hijas hablan inglés y español. Mi hijo pequeño me llama ‘daddy’ porque solo habla inglés. Y yo creo que eso ha sido mi mejor ayuda”, contó Rosario. “Siempre me gusta hacer sentir contento a la gente, que se rían conmigo, y este año cuando fuimos a la caravana (de los Twins por diversas ciudades de Minnesota, Iowa y South Dakota) la gente se reía de lo que decíamos Berríos y yo. Nos pudimos comunicar. Nos hacían preguntas y se las contestábamos y esa es una clave para tener años exitosos, que la fanaticada te quiera más”.