Guayama. Entre el impacto de pandemia de COVID-19 en el mundo y sus compromisos en las Grandes Ligas, Eddie Rosario no pudo pisar su pueblo natal de Guayama en los últimos dos años.

Quizá la espera valió la pena, ya que retorna como un héroe a la ciudad bruja, con el trofeo del Jugador Más Valioso de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y con un título de la Serie Mundial con los Braves de Atlanta tras la mejor demostración de su carrera en el terreno de las Mayores.

El jardinero, de 30 años, estuvo el sábado de caravana en el municipio que lo vio nacer y desarrollarse en las pequeñas ligas hasta llegar al estrellato de las Grandes Ligas, con una última parada en la plaza de recreo Cristóbal Colón para celebrar en tarima con sus compueblanos.

El espectáculo estuvo a cargo del salsero Tito Nieves y el merenguero Joseph Fonseca.

A su arribo cerca de la entrada del Legado Golf Resort para montarse en la camioneta que lo llevaría por distintos barrios del municipio, Rosario no ocultó su deseo de comenzar la fiesta con su gente.

Los padres de Eddie Rosario (centro) y sus familiares celebran el regreso del pelotero a Guayama para festejar el campeonato de Serie Mundial con Atlanta.
Los padres de Eddie Rosario (centro) y sus familiares celebran el regreso del pelotero a Guayama para festejar el campeonato de Serie Mundial con Atlanta. (VANESSA SERRA DIAZ)

“Demasiado agradecido con mi gente y mi pueblo. De verdad que los quiero un montón. Vine para acá para gozar con ellos, a pasarla bien y a disfrutar este triunfo. Amo a Guayama y me encanta”, dijo el guardabosques, quien es agente libre.

A su llegada, Rosario se confundió en abrazos con sus tíos y tías, además de otros familiares, que lo esperaron con entusiasmo y luciendo los colores de los Braves de Atlanta.

También, estaban sus padres, Eddie Rosario Sr. y María Haddock, quienes cargaban con el trofeo de MVP de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional de su hijo, repartido entre sus seres queridos para cargarlo por unos segundos.

“Han sido tres días maravillosos. Espero que continúe así. Que Guayama disfrute esto porque es para Guayama. Él está muy contento por estar aquí”, dijo Rosario Sr, por su lado.

Cerca de ellos, se encontraba Ana Ivette Santiago Vázquez, prima hermana de Haddock y comadre de la familia.

“Estamos superemocionados y orgullosos. Esperemos que el pueblo lo acoja como el campeón que es, porque se lo merece. Fue un luchador y se merece este recibimiento, este campeonato. Es tremendo ser humano”, comentó Ana Ivette.

Rosario estuvo el viernes en San Juan para recibir reconocimientos en la Cámara de Representantes en el Capitolio y en La Fortaleza junto al gobernador, Pedro Pierluisi.

En la caravana, Rosario repartió camisetas, gorras y bates y bolas de plásticos en los barrios de Puente de Jobo, Blondet, Vives, Villa Rosa, Corazón, Olimpo y Marín, donde se crió.

En la plaza, donde se exhibieron los juegos de Serie de Campeonato y de la Serie Mundial en octubre, decenas de personas esperaban tranquilos por la llegada del hijo predilecto.

En unas sillitas frente al busto de Luis Pales Matos estaba Luis Díaz Rodríguez, de 54 años, junto a su esposa Ivette Santer Velázquez, disfrutando del ambiente con kioskos y música.

“Esto es algo bien grande para el pueblo de Guayama, más cuando están pasando tantas cosas, no tan solo cerca de Guayama, sino que en todo Puerto Rico, con la criminalidad. Esto es un aliciente para nuestra juventud aquí en Guayama”, expresó Díaz Rodríguez.