
Nota de archivo: esta historia fue publicada hace más de 16 años.
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San Diego.- El segunda base Edgar González, de los Padres de San Diego, debió recibir ayuda para salir del terreno de juego después de que fue golpeado en la cabeza por un lanzamiento en la sexta entrada del partido del sábado contra los Rockies de Colorado.
El mexicano González cayó pesadamente cuando una bola rápida a 93 millas por hora (casi 150 kilómetros por hora) de Jason Hammel le pegó en el casco de batear cerca del hueco del oído izquierdo.
Enseguida se tomó de la cabeza y así permaneció varios minutos en el piso hasta que finalmente se sentó. Luego González caminó con la ayuda de los preparadores físicos Todd Hutcheson y Paul Navarro hacia el vehículo en que fue retirado del campo.
El estelar Adrián González salió del partido cuando terminó la sexta entrada y se dirigió hacia el hospital al que fue llevado su hermano.
"Vi el rebote de la pelota y es algo espantoso", dijo el abridor Kevin Correia de los Padres. "Siendo lanzador, es espantoso para ti y para el bateador".
El piloto Bud Black dijo que los preparadores físicos le comunicaron que González estaba "consciente, lúcido y sabía lo que había ocurrido. Pero estaba muy mareado y los oídos le zumbaban".
Black indicó que González fue el hospital para exámenes pero que los resultados serían conocidos el domingo.
"Eso es algo que uno no quiere ver que ocurra", dijo Hammel. "Espero que están muy bien. Voy a estar pendiente. Yo perdí el control en el lanzamiento y, por desgracia, cuando se pierde el control es peligroso".