Seattle. La figura del extoletero puertorriqueño Edgar Martínez sigue más viva que nunca dentro de la organización de los Marineros de Seattle después que este miércoles develaron una estatua en el lado sur del T-Mobile Park, junto a la calle que lleva su nombre, en una pose que representa uno de los mejores momentos en la historia de la franquicia.

Durante su carrera de Salón de la Fama, Martínez conectó 521 dobles con los Marineros, incluyendo siete en la postemporada y ninguno más importante que aquel recordado por los seguidores de Seattle como “El Doble”.

Fue el 8 de octubre de 1995, en el Juego 5 de la Serie Divisional de la Liga Americana ante los altamente favoritos Yankees de Nueva York.

Abajo por una carrera en la parte baja de la undécima entrada y con el boricua Joey Cora en la antesala y Ken Griffey Jr. en la inicial, Martínez conectó un batazo por la raya del jardín izquierdo del Kingdome, para empujar a ambos corredores, sentenciar el triunfo 6-5 sobre Nueva York y sellar un boleto a la Serie de Campeonato del Joven Circuito.

La acción de Martínez fue la culminación de una improbable remontada en la parte final de la temporada de 1995, que vio a los Marineros escalar 13 juegos para vencer a los Angelinos de California en un partido por el desempate del Oeste de la Liga Americana y conseguir el primer boleto a la postemporada en la historia de la franquicia.

Tras la actividad ayer, Martínez habló con la prensa en Seattle y les contó lo especial del momento y lo que espera logre hacer la existencia de dicha estatua. Contó que él vivió una experiencia casi espiritual cuando estuvo por primera vez frente a una estatura de Roberto Clemente en el Salón de la Fama en Cooperstown.

Dos fanáticos observan la estatua que ubica en las afueras del estadio en la calle que lleva el nombre del pelotero boricua.
Dos fanáticos observan la estatua que ubica en las afueras del estadio en la calle que lleva el nombre del pelotero boricua. (Ted S. Warren)

“Nunca pude conocer a Roberto Clemente”, dijo Martínez según declaraciones publicadas en el portal mlb.com en las que hace referencia al ídolo boricua fallecido en un trágico vuelo aéreo en la despedida de año del 1972. “Pero ver la estatua me permitió pensar, que fue casi una manera de lograr compartir con él. Fue una gran experiencia”.

“Por la manera que me impactó, porque debo decir que haber visto su estatua y haber visto a Roberto Clemente jugar en los playoffs fue lo que probablemente me movió a querer jugar el juego. Así que pienso que al tener esta estatua, la que pueden ver todos los niños, aprendan del jugar y quieran ser motivados a perseguir sus sueños. Así, creo que es algo bien positivo”.