Randy Johnson tuvo una brillante carrera que lo llevó al Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown. Con una estatura de 6-10 y una recta que alcanzaba las 100 millas por hora y con alguna frecuencia también los cuerpos de los bateadores, el llamado ‘Big Unit’ intimidaba desde la lomita.

Pero además de todos los logros que tuvo en 22 temporadas en las Mayores, hubo un momento por el que se le recuerda, el que irónicamente, se trató de un lanzamiento que nunca llegó a su destino.

Sucedió el 24 de marzo de 2001 en un partido entre los San Francisco Giants y los Diamondbacks en la Liga del Cactus en Arizona. Johnson le lanzó una recta de humo a Calvin Murray, pero cuando la pelota iba a mitad de camino, un pájaro que volaba tranquilamente entre el plato y el montículo fue impactado por el pitcheo.

La imagen de un ave desplumada y muerta sobre un terreno de juego fue noticia en esos días. Aunque fue un accidente, el pájaro llevó la peor parte en un juego de pretemporada que se había convertido en una guerra de pelotazos, recordó el exjugador puertorriqueño Edwards Guzmán, quien corría en segunda base cuando el pájaro fue golpeado.

“Antes de esa situación, por poco los dos equipos iban a pelear. Randy Johnson le había dado un bolazo a Benito Santiago y por eso es que yo entré al juego. Randy Johnson también ya le había tirado a la cabeza varias veces a Armando Ríos”, dijo Guzmán mencionando a dos exjugadores boricuas de los Giants.

“Cuando yo entró a catchear, Dusty (Baker, dirigente de los Giants en ese entonces) me dijo que con dos outs íbamos a dar un bolazo. Al siguiente bateador el pitcher falló, pero le dimos el bolazo a Greg Colbrunn. Ese fue mi primer ‘spring training’, pero ya había animosidad entre ambos equipos por otros incidentes en juegos anteriores”, agregó.

Unos minutos antes del famoso incidente, Guzmán recordó que estuvo cerca de ser una de las víctimas de la furia de Johnson.

“Cuando yo vengo a batear, Randy Johnson me tiró por detrás de la espalda. Ya había un ‘warning’ para los dos equipos y yo recuerdo que se lo digo al árbitro Alfonso Márquez (todavía activo en las Grandes Ligas) y él me dice ‘yo no lo puedo sacar’, como quien dice ‘es Randy Johnson’. Ahí Dusty salió a discutir y se vaciaron los dugouts. Al primer pitcheo luego que sigue el juego, yo di doble. Estando corriendo en segunda, entonces al primer pitcheo a Calvin Murray fue el bolazo al pájaro”, expresó Guzmán sobre el suceso que causó asombro entre los jugadores y fanáticos.

“Nadie podía esperar que algo así iba a pasar. Al principio que pasó, nadie sabía qué hacer. El pájaro cayó como a un pie de Jeff Kent que estaba ‘on deck’ (en el círculo de espera) para batear después de Murray. Fue como una jugada de billar por banda. Kent cogió el pájaro y se lo dio a uno que trabajaba allí. El pitcheo se anuló, porque aunque iba en la dirección (zona de strike) no llegó (al plato). El turno de Murray comenzó de nuevo y el juego siguió normal”.

Antes de esa situación, por poco los dos equipos iban a pelear. Randy Johnson le había dado un bolazo a Benito Santiago y por eso es que yo entré al juego. Randy Johnson también ya le había tirado a la cabeza varias veces a Armando Ríos.

-Edwards Guzmán / Expelotero

Tras el incidente, organizaciones defensoras de los animales pidieron que se le radicaran cargos a Johnson, lo que no sucedió.

“Por eso es imposible acusar a alguien. Fue sin querer, un accidente. Él no lo hizo con la intención de matar un pájaro, nadie sabía que en ese momento un pájaro iba a pasar por ahí”, finalizó Guzmán, quien actualmente es escucha en Puerto Rico de los Chicago Cubs y gerente general de los Criollos de Caguas en la pelota invernal.