Tras el paso del huracán María por Puerto Rico el 20 de septiembre, Servais veía a diario las noticias sobre la crisis humanitaria en suelo boricua y le aconsejó al relevista puertorriqueño a permanecer en Seattle.

Díaz lo escuchó, lo discutió con su familia, pero decidió regresar a su país en medio de la emergencia. El relevista es natural de Naguabo, uno de los pueblos más afectados en la zona este del país.

“Tuve la opción de quedarme en Estados Unidos, pero decidí venir a Puerto Rico. El dirigente me llamó a la oficina y me dijo que estaba preocupado por la situación de aquí. Hablaban de los robos y de la gente alarmada después del huracán y me comentó que me quedara entrenando en Estados Unidos”, relató Díaz a Primera Hora previo a una sesión de entrenamiento en el parque Miguel Fuentes Pinet de Loíza.

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“(Servais) Me dijo: ‘es tú decisión, pero me gustaría que te quedaras entrenando por acá’. Le dije que no, que iba a Puerto Rico para estar con mi familia. Mis padres no quisieron ir a Estados Unidos y decidí venir bien rápido”, dijo el naguabeño al agregar que su compañero de equipo, el dominicano Robinson Canó, también le ofreció estadía en su país.

Fue así que en los primeros días de octubre, Díaz era testigo de la devastación en su país y se establecía en el barrio Daguao sin agua ni luz, lejos de las comodidades de Seattle. Estuvo varias semanas con su familia antes de mudarse a un apartamento en Ceiba. Durante este tiempo, Díaz ha tenido la oportunidad de colaborar con la Guardia Nacional en la entrega de suministros y así aportar su granito de arena en la recuperación de su pueblo.

“El huracán nos dio duro. No ha sido fácil, pero nos estamos levantando. Cuando vine quedé en shock al ver cómo se veía Puerto Rico. Parecía como si le hubieran pegado fuego. No lo podía creer. La Guardia Nacional nos ha brindado mucha ayuda y la última vez estuve con ellos”, dijo.

Esta situación, sin embargo, no fue impedimento para que el cerrador de los Marineros arrancara con su preparación para la temporada 2018, luego de un gran desempeño en su segunda campaña en el Circo Grande. En la pasada temporada, Díaz registró 34 salvados con 89 ponches en 66 entradas. Tuvo efectividad de 3.27 con marca de 4-6 y 32 boletos gratis.

Luego de un descanso en octubre, Díaz ya entrena a todo vapor entre Fajardo y Loíza.

“Cuando llegué descansé un mes. Era un descanso que necesitaba porque fue una temporada larga, comenzando con el Clásico (Mundial en marzo). En noviembre empecé a trabajar en la pista y en el gimnasio, y hace varios días comencé a soltar el brazo”, dijo el relevista, de 23 años.

Trabaja su mecánica

En Loíza, precisamente, Díaz está soltando el brazo bajo la supervisión del exlanzador de las Grandes Ligas, José ‘Iche’ Santiago. Está trabajando con Santiago en dos aspectos: perfeccionar el cambio de velocidad y mejorar su mecánica. Díaz tuvo sus problemas de control en la primera parte de la campaña.

“El coach de pitcheo del equipo (Mel Stottlemyre, hijo) me dijo que enfatizara en el cambio de velocidad en esta temporada muerta y en seguir perfeccionado mi mecánica. Cuando tuve algunos tropiezos en la campaña, él me dio unos consejos de trabajar con la toalla en el balance y me dio buenos resultados. Empecé a tirar mejorar y quiero hacerlo parte de mi rutina”, dijo.

“Iche (Santiago) va a estar ayudándome. El pasado año compartí con él y me gustó la dinámica de su trabajo. Durante la temporada estuvo pendiente de mi desempeño y me decía las cosas que debía mejorar. Me ayudó bastante”.

Santiago, por su lado, dijo que también ayudará a Díaz en la localización de los pitcheos. “Con esa velocidad tiene que tirarle más adentro a los bateadores. Este año lo vi lanzando mucho en la parte de afuera. Eso le va a ayudar”, dijo Santiago.