El 20 de marzo de 1973, los integrantes de Asociación de Cronistas de Béisbol de América llevaron a cabo una elección especial. Menos de tres meses después de la trágica muerte de Roberto Clemente, determinaron que era prudente obviar los cinco años de espera para sumar el nombre del puertorriqueño al Salón de la Fama de Béisbol en Cooperstown, Nueva York.

Fue una decisión sin precedentes. La otra ocasión que ocurrió un proceso peculiar fue en 1978 cuando Addie Joss fue inmortalizado a pesar de haber jugado solamente nueve temporadas y, por ello, no cumplía con todos los requisitos. Joss fue electo poco después de haber fallecido por meningitis.

La historia de Clemente era distinta. Los números que acumuló durante su carrera cuentan una parte de su vida. En 18 temporadas con los Piratas de Pittsburgh, ganó 12 Guantes de Oro, cuatro títulos de bateo de la Liga Nacional, fue Jugador Más Valioso (MVP) de 1966, obtuvo dos títulos de Serie Mundial (1966 y 1971) y 15 veces fue electo al Juego de Estrellas. Además, conectó 3,000 hits.

Esos números lo hacía un candidato claro, pero a eso hay que sumar que Clemente extendió su legado más allá del terreno de juego.

En Puerto Rico fue una voz constante en beneficio de los sectores desventajados y proveyó ayuda humanitaria donde era necesario. De hecho, fue cuando se dirigía hasta Managua, Nicaragua, desde Puerto Rico el 31 de diciembre de 1972, cuando su nombre quedó inmortalizado.

El avión estaba demasiado cargado de suministros y se estrelló en la bahía en San Juan después de despegar. Su cuerpo nunca fue encontrado.

Al momento del accidente, ya los miembros de la Asociación habían entregado sus boletas para la clase de 1973. Warren Spahn fue electo con el 83.2% de los votos, además de Monty Irvin por el Comité de las Ligas Negras. Eso significó que fue necesario hacer una consulta para aprobar que se obviaran los cinco años de espera reglamentarios. Una vez superado ese obstáculo, se llevó a cabo la votación especial. Clemente recibió el 92.6% de aprobación.

“Un dato curioso es que existía la posibilidad de que hubiese sido el primero en entrar al Salón de la Fama de manera unánime tomando en cuenta que los que se negaron a votar por él (Clemente) en 1973, fue porque no favorecieron la exención a los cinco años”, sostuvo Jorge Colón Delgado, historia de béisbol.

Hasta la fecha, el panameño Mariano Rivera, exaltado en el 2019, es el único pelotero en recibir el 100% de los endosos para el Salón de la Fama.

“¿Quién iba a votar en contra de Clemente por lo que hizo como figura humanitaria?. Tiene más méritos que el propio Mariano. Clemente murió haciendo trabajo humanitario y tenía los números para entrar comoquiera”, afirmó Colón Delgado.

La noticia de su elección se regó como pólvora en Puerto Rico.

“Para aquel tiempo estaban los periódicos El Mundo, El Nuevo Día, El Imparcial, además de que todos los canales de televisión tenían noticieros. Fue algo que tuvo un efecto en Puerto Rico porque apenas habían pasado tres meses desde su muerte. Fue importante porque fue el primer latinoamericano electo al Salón de la Fama y se obviaron los cinco años de espera”, concluyó.

Pocos meses después, Vera Zabala viuda de Clemente estuvo presente en Cooperstown acompañada de los tres hijos de la pareja para la histórica ceremonia.