Roberto Clemente tuvo grandes logros con los Pirates de Pittsburgh que lo llevaron al Salón de la Fama de Béisbol. Los múltiples Guantes de Oro por su impecable defensa, premios de MVP, 3,000 imparables, sortijas de Serie Mundial, Clemente lo hizo todo.

Pero lo que tal vez muy pocos sepan es que Clemente logró algo que jamás ha sido igualado. El 25 de julio de 1956, la leyenda puertorriqueña completó un cuadrangular dentro del parque con las bases llenas para ganar un partido.

Turk Lown lanzaba para los Cubs de Chicago. Concedió una base por bolas a Hank Foiles, un sencillo de Bill Virdon, y otra base por bolas a Dick Cole. Las bases estaban congestionadas para Clemente.

Jim Brosnan relevó a Lown y hizo un lanzamiento, descrito por Jack Hernon como “alto y adentro”. El siguiente, Clemente la bateó sobre la cabeza de Jim King en el jardín izquierdo. Después de que la pelota golpeó la verja, rodó por el “warning track” hacia el central.

Los tres corredores anotaron fácilmente y Clemente ignoró la señal de alto del mánager de los Pirates y del coach de tercera base Bobby Bragan cuando el relevo llegó del jardinero central Solly Drake a Ernie Banks para atrapar a Hobie Landrith.

Clemente se resbaló, perdió el plato, luego extendió la mano para tocar la goma con la novena carrera Pirata en una victoria 9-8.

Las probabilidades de que semejante hazaña pueda ser duplicada son reales, pero para ello las circunstancias tienen que estar alineadas perfectamente. Así que, por el momento, la gesta de Clemente está segura.