Tras estar lejos de su casa para la mayor parte de los pasados 17 años mientras se destacaba como jugador de Grandes Ligas, Carlos Delgado y su familia están listos para disfrutar de su talento en la cocina, sus habilidades para hacer arreglos en la casa y la posibilidad de celebrar juntos en suelo boricua festividades como el Día de las Madres, el Día de los Padres y su cumpleaños.

Esta semana, el pelotero aguadillano anunció su retiro oficial del béisbol y podrá dedicarse a tiempo completo a la vida familiar y cumplir sus compromisos sociales sin tener que pensar en partidos o prácticas.

Aunque todos reconocen lo difícil que fue para Delgado tomar la decisión de alejarse de la pelota activa, las personas más cercanas no pueden ocultar la emoción de poder compartir con él como en los viejos tiempos.

“Estoy muy orgullosa de él y tenerlo en casa es súper”, expresó a Primera Hora Betzaida García, esposa de Delgado.

“Carlos tiene algo admirable y es su actitud positiva. Él sabe pasar página y disfrutar de las bendiciones que Dios le ha dado y los chiquitines lo van a tener con las manos llenas. Es una bendición saber que ahora vamos a estar en familia todos los días”, añadió la orgullosa madre de Carlos Antonio (4 años) y Mariana Isabel (1 año).

Y Delgado está más que deseoso de cumplir a tiempo completo con sus responsabilidades familiares.

“Quiero estar relax. Lo único que me falta es poner en el carro la tablilla de 'Retirado'”, dijo con una enorme sonrisa el ganador del Premio Roberto Clemente en el 2006 por su labor social. “Quiero compartir con mi familia. Ver cómo se desarrolla la vida a diario de los nenes. Quiero disfrutar eso”.

La familia Delgado García podrá compartir de ahora en adelante las tradiciones puertorriqueñas, las mismas que el ahora ex grandesligas disfrutaba con sus padres y hermanos antes de convertirse en profesional.

“Lo mejor de todo es que vamos a tener tiempo para algo tan sencillo, que la gente no se imagina, como pasar juntos el Día de los Padres, Madres y su cumpleaños (25 de junio). Esos días siempre teníamos que levantarnos temprano para compartir un poco antes de irnos al parque porque había juego y luego del partido nos íbamos a comer. Así fueron los pasados años”, contó García, quien lleva poco más de cinco años de casada con Delgado.

“Mucha gente no valora cuando tiene a sus papás y hermanos cerca. Es una bendición grandísima; y saber que no tienes que ir al parque en esos días es una bendición. ¡Serán días largos para nosotros!”, exclamó.

Disfruta de la cocina

No hay duda del talento de Delgado con el bate y el guante, pero pocos conocen sus otras grandes habilidades.

“Todo el mundo habla del gran pelotero y ser humano que es Carlos, pero en mi casa yo tengo el mejor chef y handyman”, confesó García. “Él se levanta con el taladro en las manos. Él pone los cuadros, cocina, cuida los nenes, los baña, busca los nenes a la escuela… hace de todo”, agregó.

“Ahora tiene tiempo para desarrollar esa etapa de chef y handyman y, por mí, bienvenido sea”, dijo entre risas García, quien destacó las barbacoas y el risotto como algunos de los platos que mejor prepara su esposo.

Por su parte, la madre de Delgado, Carmen Hernández, confirmó la afición de su hijo por la cocina.

“Carlos es tremendo cocinero. Le encanta cocinar”, dijo Hernández. “Es una felicidad grande para nosotros porque ahora vamos a tener más tiempo para hacer barbecue, que los hace tremendos y para compartir en la piscina”, añadió la progenitora del jonronero boricua que conectó 473 vuelacercas en su carrera de Grandes Ligas.

No le gusta la tele

Cualquiera pensaría que cuando inicia la temporada de Grandes Ligas, Delgado pasa horas disfrutando de partido tras partido de béisbol, pero no es así.

“Nunca lo verás frente a un televisor”, declaró García. “Él no ve un juego de béisbol completo nunca. Él es más de dominó, de bucear, cocinar, y de estar en familia. Se levanta temprano para hacer sus cosas, lo de la fundación (Extra Bases) que lo llena un montón, y yo siempre estoy dispuesta a ayudarlo”.

Pero, volviendo al béisbol, Delgado -quien vistió los uniformes de los Azulejos de Toronto, Marlins de Florida y Mets de Nueva York-, manifestó que no ha decidido qué gorra se pondrá para entrar al Salón de la Fama, pero de lo que sí está seguro es de que estará allí.

“Estoy sembra’o”, dijo sin titubear, respuesta que arrancó una avalancha de aplausos de las decenas de personas que se dieron cita a la conferencia para anunciar su retiro. “Sería el máximo honor para un pelotero. Yo bateé, yo jugué, y el que toma la decisión, que tome la decisión. En esos cinco años (de espera para ser elegible al Salón de la Fama) hay cosas que hacer y ya no puedo dar un hit más”, manifestó.

Aunque Delgado firmó su último contrato en Estados Unidos con los Medias Rojas de Boston, no pudo cerrar su carrera en el terreno con el equipo grande.

“Lo ideal hubiese sido decir que se acabó durante la temporada, pero no voy más, he aprendido a bregar con eso. Dios quiso que fuera así”, señaló Delgado.

“Sólo quiero que me recuerden como una persona que jugó el juego como se supone que se haya jugado y que respetó el juego”, concluyó.