Hermosillo, Mexico. La ciudad de Hermosillo es conocida como la Ciudad del sol, pero debe también considerarse una “ciudad de béisbol”.

Es que para la Serie del Caribe, el deporte del diamante se respira por cada resquicio de la ciudad. Poco importa que el equipo que represente a México en el evento sean los archirrivales de los Naranjeros de Hermosillo, los Yaquis de Ciudad Obregón.

Y para una ciudad de béisbol, un buen parque de béisbol.

El recién edificado Estadio Sonora, construido a un costo de sobre 30 millones de dólares, es un excelente recinto, a pesar de que todavía no está terminado. La edificación deportiva, que queda en medio del desierto, fue inaugurada con la Serie del Caribe y tiene capacidad para 16,000 aficionados.

De esta forma, el béisbol invernal mexicano le dice adiós al estadio Héctor Espino, mejor conocido como la Catedral del Béisbol Mexicano.

El nuevo estadio es uno de los más modernos del país, con buenas instalaciones dentro del terreno, en los camerinos y una enorme pantalla.

“Es el estadio más moderno y tecnológico que tenemos. Es lo más parecido que hay a un parque de Grandes Ligas”, dijo Manuel Torres Rivera, quien ha trabajado por 33 años como anunciador de los partidos de béisbol en los estadios Fernando M. Ortiz y Héctor Espino.

“Por primera vez en Hermosillo, los bullpens y los fotoperiodistas están ubicados fuera del terreno de juego. Además, es mucho más grande en cuanto a capacidad y los fanáticos tienen más espacio en sus asientos”, continuó Torres Rivera.

No cabe duda que la cervecería Tecate es el principal auspiciador del evento y su marca tiene destacada presencia en la pantalla y en el jardín central. Además de que es la única cerveza que se vende en el lugar. Se estima que se venden cerca de 3,000 cajas de cervezas al día.

Por otro lado, en el estadio hay una gran variedad de alimentos. Desde los típicos tacos mexicanos al pastor, de alambre, bistec, costillas, chuletas, carne seca, frijol y lechuga –para aquellos que son vegetarianos– hasta hot dogs y mantecado.

De acuerdo con Blanca Isabel Muñoz, encargada de uno de los concesionarios en el estadio, su negocio sirve 440 libras de carnes al día. Además, se estima que se venden 600 conos de mantecado diariamente.

“El estadio y la cantidad de comida que estamos vendiendo es impresionante. No hay descanso, es un constante flujo de personas”, dijo Muñoz.