s vínculos entre las personas nacen sin explicaciones y sin importar la edad. A veces es necesario vivir experiencias similares o simplemente escuchar, hablar y abrir las puertas del corazón de par en par.

Ese precisamente es el caso del ex lanzador de Grandes Ligas Dave Dravecky y Peter Zucca, un niño de 10 años al que le ha servido de inspiración por los pasados años para continuar  la batalla contra el cáncer.

Dravecky, un ex lanzador de  los Gigantes de San Francisco,  fue sometido a una operación  para estirparle un tumor en el brazo izquierdo que requirió que se le quitara parte del músculo deltoide en 1988. Los  médicos le aseguraron que no  iba a lanzar de nuevo, pero el 10 de agosto de 1989 volvió a  subirse a la lomita. Sin embargo, cinco  días después, Dravecky  vio  terminada su carrera después de  romperse el brazo en un partido ante los Expos de Montreal.

Dos años más tarde, en 1991, los médicos volvieron a darle otra mala noticia. El cáncer había regresado  y la única forma de salvarle la vida era  quitándole el brazo. Posteriormente, Dravecky tuvo que reencontrase a sí mismo, lidiar con la ira y  aprender a vivir usando su mano derecha.

Y con una historia de superación como esa no es de extrañar que haya servido de motivación para Zucca.

Al pequeño jovencito le dieron dos meses de vida luego de ser diagnosticado con cáncer cuando apenas tenía 10 meses de nacido.

“Él tuvo cero por ciento de oportunidad de sobrevivir”, dijo a mlb.com Dawn,  la madre de  Zucca.

El cáncer  dañó el crecimiento de Zucca, quien tenía una pierna derecha más corta que la izquierda, y posteriormente el tratamiento  para combatirlo ocasionó que el niño perdiera su audición y la parte izquierda de su pierna derecha.

Sin embargo, al igual que Dravecky, Zucca no dejó de luchar.

Entonces, llegó el día en que ambos luchadores por la vida se encontraron.

El lugar: una iglesia. Según cuenta mlb.com,  después de una conversación y un desayuno, se hicieron grandes amigos.

Su amistad ayudó a Zucca a superar su siguiente prueba cuando fue diagnosticado en su pierna derecha con el mismo tumor que afectó a Draveck.

“Le dije a él: ‘Dios te ama tal y como eres. Te he visto con tu prótesis, te ves bien y te estás moviendo alrededor”, manifestó Dravecky a mlb.com. “Te sorprenderás de la forma en que estos niños pequeños van a responder. Tienes que ir con la cabeza en alto y estar bien con Peter. Solo  de la manera cómo eres, porque su mamá y su papá están ahí al igual que mucha otra gente”.

Así las cosas, Zucca regresó a la escuela y nueve días después estaba sobre un montículo.