En el 2014 la carrera deportiva del boricua Vicente “Vince” Conde parecía destinada a ser una de éxito mayor.

Jugaba béisbol para el prestigioso programa de béisbol de la Universidad de Vanderbilt, una potencia en la pelota universitaria; ganó el Guante de Oro como el mejor campocorto defensivo de la NCAA; fue al College World Series con ellos junto a futuras figuras de las Grandes Ligas como Dansby Swanson y Walker Buehler; y fue seleccionado en el sorteo de novatos de MLB de junio de ese año en la novena ronda por los Yankees de Nueva York, equipo al que había seguido toda su vida.

Para el 2015, un año después de su estreno como profesional, ya había tocado todas las clasificaciones de las Menores, y se mantuvo subiendo y bajando en la organización hasta que en 2018 llegó a Triple A, justo antes de que los Yankees lo dejaran en libertad.

“Cuando me dejaron libre decidí no jugar más. Estaba medio frustrado, y decidí no hacerlo”, dijo el infielder nacido en San Juan hace 27 años.

“Lo que pasó fue que dejé de batear. Paré de producir en el bateo. Y los Yankees en ese momento comenzaron a hacer cambios buenos, como el de Gleyber Torres y otros jugadores. Llegaron muchos caballos, y si hay muchos y tú no luces bien, pues te van a querer sacar. Y ya yo estaba en una edad que si no producía a niveles de Doble A y Triple A no iba a regresar hacia abajo. Ya yo tenía la edad para estar en esas ligas, en ese nivel”, aceptó Conde a Primera Hora.

El 2018 lo finalizó con un equipo de liga independiente, con el cual bateó para .165.

Vince Conde (AP)
Vince Conde fue un jugador titular en la NCAA con Vanderbilt.

“Yo fui para allá y estaba allí, pero mi mente no”, agregó Conde. “Luego de que uno entrena y se faja tanto para lograr sus metas, no lucí bien y estaba frustrado”.

El 2019 fue un año de introspección, de análisis y decisiones fuera del béisbol en Puerto Rico. Al final de año decidió darle otra oportunidad al béisbol luego de encontrar en Miami a Lorenzo Garmendia, de Gradum Baseball, una persona que entendió que podía ayudarle a recobrar y fortalecer su bateo.

“Encontré la persona para entrenar y batear, y pensé que me podía ayudar muchísimo. En la mecánica tengo unas cosas pequeñas pero grandes que me afectaron mucho, y pensé que esa era la persona correcta para volver a ponerme en el camino indicado”, contó. “Me ayudó muchísimo. En cualquier deporte, especialmente en la pelota, hay unos detalles pequeños que hacen una gran diferencia”.

Sin embargo, cuando arrancó súper preparado y con nuevos bríos en el 2020 apuntando a conseguir un trabajo en alguna liga independiente, surgió lo de la pandemia. Fue entonces, mientras se mantenía entrenando en Miami, que coincidió con el gerente general de los Indios de Mayagüez, Héctor Otero.

“Estábamos hablando un día y me ofreció que si quería jugar. Yo estaba entrenando y él me había visto porque él es de Miami. Habíamos tenido una relación porque él fue quien firmó a mi hermano (Mauro Conde) para Cincinnati. Y me dio la oportunidad. Y así estoy en Mayaguez con los Indios”, expresó con satisfacción.

En la fase regular con los Indios, Conde tuvo una limitada participación. Jugó en cuatro partidos y bateó de 7-2 con dos boletos gratis y tres carreras anotadas.

Conde, a su vez, admite que una de las cosas que hubiese hecho de otra manera en su vida y su carrera sería haber jugado más en la pelota invernal boricua y pulir sus habilidades. En su 2014 lleno de gloria, Conde jugó un poco en Puerto Rico con los Gigantes de Carolina, pero desde entonces no había regresado a jugar. En 2015 quiso venir, pero optó por terminar los créditos que le faltaban para su bachillerato en Vanderbilt.

“Pero este año la experiencia ha sido brutal. Me pongo a pensar y de verdad que no sé por qué no jugué más aquí. Porque uno aprende mucho, juega el deporte que le gusta y juegas para tu isla. Tu familia te puede ir a ver jugando mucho más fácil. Son cosas que le traen orgullo a uno”, manifestó. Creo que son errores que uno comete cuando más joven y luego se pone a pensar que si lo pudiese hacer otra vez, lo haría de forma distinta”.

Pero ya estamos de vuelta. Cuando inició el 2020 me dije que íbamos a meterle 100%. No a mitad. Porque si no, no lo hago. Y ahora estoy jugando invernal para ver si puedo tener la oportunidad de firmar en algún lugar en el 2021. He tenido noticias de ligas independientes, pero estamos mirando todo. Y ahora mismo no se sabe si se va a jugar o no por lo del virus”, dijo.

“Pero si algo sé que es seguro, es que se siente bien estar otra vez en el béisbol”, concluyó.