Florida. La Carlos Beltrán Béisbol Academy tuvo este lunes otro invitado de honor: Francisco Lindor, quien llegó con las manos llenas a la instalación.

Más de una centena de atletas-estudiantes de la Academia tuvieron la oportunidad de compartir con Lindor, quien les contó sobre experiencia camino al sorteo de nuevo ingreso en MLB en el 2011, donde fue seleccionado en la primera ronda, y sobre su carrera que ahora con 29 años ya tiene una Serie Mundial en su resumé, una final en el Clásico Mundial y un contrato de $341 millones. El cagüeño además ya tiene formada una familia, y sigue disfrutando también de la presencia de sus padres, que lo abrazan fuera del tema de béisbol.

El fundador de la Academia, el expelotero Carlos Beltrán mismo fue quien presentó a su compañero de los Mets de Nueva York como alguien con quien se identifica por batear con fuerza a ambas manos y por ser un ser pensante y analista con sus cosas.

Inmediatamente, Lindor comenzó a impartir a los estudiantes una clase de comportamiento dentro y fuera del terreno.

Los aconsejó a escuchar su voz interior a la hora de tomar decisiones que les llevarán a la meta por el camino corto o largo. También les sugirió a escuchar, lo que les ayudará a formar su voz interior.

Aquí se ven a los estudiantes escuchando la charla de Francisco Lindor.
Aquí se ven a los estudiantes escuchando la charla de Francisco Lindor. (Carlos Giusti/Staff)

“Al final del día la decisión es de ustedes. Si tienen duda, den un paso para atrás, piensen y miren a su alrededor. Casi siempre la voz interior es la correcta”, dijo.

Los estudiantes hicieron múltiples preguntas, desde la perspectiva de lanzadores a bateadores. Un estudiante lanzador quiso saber cómo Lindor estudia al lanzador para conocer qué piensa el bateador al que va a enfrentar.

Lindor le contestó que su preparación inicia la noche ante del juego viendo videos, continúa en el calentamiento del lanzador en la loma y finaliza de regreso al dugout con el intercambio de observaciones junto a sus compañeros bateadores.

Le detalló que observa el calentamiento del pitcher porque el lanzador guarda para el último lanzamiento su mejor pitcheo, el que controla.

“Ese último lanzamiento es el que el pitcher más controla. Así sé cuál es el pitcheo de ponchar”, dijo quien tiene un promedio de llegar a base de .342 de por vida.

Les recomendó a pasar la página luego de cada turno o juego malo. Les recomendó que en esa misión ayuda el comunicar las frustraciones.

“La preparación mental es lo más importante. Desde que estoy en el círculo de espera, estoy viendo al que está bateando al frente de mí para saber qué situación de juego puede crear para mí”, detalló.

Les habló de sus vidas personales, a seleccionar buenas personas a su alrededor, entre otros temas con los que profundizó con los jóvenes que están a punto de ir al sorteo de las Grandes Ligas hasta los que comienzan a tener sus relaciones personales.

Recibió un fuerte aplauso de los estudiantes-atletas que pasaron a pedirle autógrafos y fotos, otras conversaciones y saludos personales. También les visitó en el recién inaugurado parque de la Academia.

Ademas, el invitado llegó con las manos llenas de regalos deportivos para cada uno de los estudiantes. Les ofrendó con un paquete de ropa y calzado deportivo para su uso personal. El paquete fue entregado durante la actividad.

“La (marca) New Balance y Beltrán se han portado bien”, dijo el pelotero sobre los obsequios de la marca que le auspicia en las Grandes Ligas.

Lindor es uno de muchos peloteros que han llegado hasta la Academia para dar consejos e inspirara a los estudiantes-atletas.

Por la Academia han pasado durante los años figuras como los miembros del Salón de la Fama, el dominicano Pedro Martínez, el estadounidense Eddie Murray y el salinense Roberto Alomar. También otras figuras como el compadre de Beltrán, Carlos Delgado, el piloto boricua de los Red Sox, Alex Cora, y el aún activo pelotero dominicano Robinson Canó.

La presencia de Lindor, activo y en periodo de preparación hacia la cercana temporada 2023, fue una comparativa para sus estudiantes.

“Es una experiencia brutal pararse al lado de Lindor. Ellos pueden ver su físico, su altura y pueden decir ‘tengo que mejorar en esto o en aquello’. Y Lindor es un muchacho al que le gusta compartir sus conocimientos. Es muy humilde. Estoy feliz de que los muchachos tuvieran esta oportunidad”, dijo Beltrán.