Luis Roberto Clemente dijo hoy a Efe que tuvo una conversación con el presidente de los Piratas, Frank Coonelly, quien le manifestó que "había una genuina preocupación de los jugadores" por venir a la isla, donde está muy extendido el mosquito que transmite tanto el zika como el dengue y el chikunguña.

El hijo del primer latinoamericano en conectar 3.000 imparables y en ser elegido al Salón de la Fama de las Grandes Ligas dijo que le explicó a Coonelly que el riesgo de contagiarse del zika en Puerto Rico "era mínimo".

"Le expliqué que los jugadores no iban a infectarse por respirar" e iban a estar en "lugares seguros, como en algún hotel de San Juan o en el estadio", donde la organización y las autoridades locales se encararían de fumigar y evitar la presencia de mosquitos.

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Dijo que en marzo pasado, cuando el virus ya llevaba al menos dos meses propagándose por la isla y ya se habían confirmado más de 400 contagios, organizó un torneo de béisbol entre de diez universidades y "nadie se contagió".

Añadió que "la cancelación es un golpe bien fuerte y duro para la economía. No es solo lo que representa el no celebrarse los juegos, sino la ola que puede levantar sobre otros eventos para desarrollar el turismo deportivo en la isla".

Los Piratas, único equipo con el que militó Clemente en las Grandes Ligas de 1955 a 1972, tenían previsto jugar el 30 y 31 de mayo frente a los Marlins de Miami en el estadio Hiram Bithorn de San Juan.

La Major League Baseball (MLB) anunció el viernes la cancelación de lo s partidos debido al temor a zika expresado por jugadores de ambos equipos.

Estaba previsto que el 31 de mayo se celebraría en la isla "El Día de Roberto Clemente", que cada año organiza la MLB y que se había cambiado de fecha para que pudiera convertirse en un tributo al pelotero boricua en su tierra, donde es idolatrado.

Durante esa jornada se anunciarían los candidatos al Premio Roberto Clemente, que la MLB otorga hace más de quince años a jugadores que se destacan tanto dentro como fuera del terreno de juego.

"La memoria del viejo siempre, cada día, gracias a Dios no ha mermado. Y muchas personas lo honran dentro y fuera de Puerto Rico. Somos el legado vivo y hacemos muchísimo por mantenerlo vigente", resaltó del hijo del pelotero, quien en su carrera ganó dos campeonatos con los Piratas, un premio al Jugador Más Valioso, cuatro títulos de bateo y hasta doce Guantes de Oro.

Clemente falleció cuando tenía 38 años, el 31 de diciembre de 1972, al estrellarse un avión que él mismo había fletado para llevar ayuda a Managua para las víctimas de un terremoto que días antes había afectado a la capital de Nicaragua.